Regresa la polémica en torno al modelo de negocio de SourceForge, todavía uno de los más grandes portales de descargas ligados al software libre. Y vuelven a ser los desarrolladores de GIMP quienes denuncian una situación que no afecta a GNU/Linux, pero sí a muchos proyectos íntimamente relacionados, entre ellos el suyo.
Como se puede apreciar, hablamos de SourceForge como portal de descargas y no como forja de software, pues la única manera posible de tratar este asunto es de cara al usuario final, que tiene la capacidad de decisión de utilizar o no un servicio; los desarrolladores, los proyectos de software libre, lo tienen crudo.
Para no marear la perdíz, os contamos la historia desde el principio. En Wikipedia se explica qué es y en qué situación se encuentra SourceForge en un solo párrafo:
SourceForge es un sitio web de colaboración para proyectos de software. Fue fundado en 1999 por VA Software y, desde el 18 de septiembre de 2013, es comercializado por Dice Holdings. Provee una portada para un amplio rango de servicios útiles para los proceso de desarrollo de software e integra un amplio número de aplicaciones de software libre.
En resumen, tras la adquisición por parte de Dice Holdings en 2013 la prioridad es conseguir beneficios y una de las primeras medidas en tomarse, al estilo del conocido Softonic, salpimentar los instaladores para Windows con adware, léase publicidad molesta no solicitada. La nueva política no gustó y como ejemplo destacado GIMP abandonó SourceForge en noviembre de 2013.
Ahora GIMP denuncia que SourceForge habría suplantado la identidad del desarrollador que mantenía la descarga para volver a ofrecer -o seguir haciéndolo, no queda claro- instaladores de la aplicación con adware. Pero desde el portal se defienden y arguyen que no han suplantado a nadie: simplemente han retomado un proyecto abandonado.
En SourceForge han decidido mantener activas aplicaciones libres populares y en su versión para Windows, aderezarlas con esa especia que tan poco gusta. Lo cual puede manchar la imagen de muchos proyectos de software libre, pero por otro lado no hay salida a ésto: lo permite la licencia. Por lo tanto, queda en manos de cada uno la elección de usar SourceForge o no.
¿Es de fiar SourceForge? Lo cuestionamos en el titular porque la pregunta surge sola ante noticias como esta, pero no tenemos una respuesta redonda. La recomendación en cualquier caso es acudir siempre a los sitios oficiales en busca de software y en GNU/Linux ni falta suele hacer, que para eso tenemos el más potente sistema de repositorios.
Sin embargo, hay muchos proyectos de software libre que se siguen distribuyendo a través de SourceForge de manera totalmente fidedigna, lo que merece su consideración.