Cuando, quienes hemos utilizado, disfrutado y promovido el uso de Firefox desde sus inicios, lo criticamos e incluso lo abandonamos, no es por capricho. ¿Por qué cambiar algo que es lo mejor? Simple: porque no lo es. En términos generales a Firefox le cuesta un mundo competir con el actual estándar, Chrome, y se nota. Pero esta situación podría dar un vuelco en el próximo año.
Al parecer en Mozilla están listos para comenzar a implementar las tecnologías clave que llevan desarrollando en los últimos tiempos y adoptar o adaptar otras que puedan ser de interés para elevar a Firefox a la máxima potencia. ¿Y quién le dice que no a eso? No obstante, tranquilidad, porque el camino será largo e intrincado. Resumiendo y simplificando, Firefox se prepara para:
Extensiones
El titular más repetido entre los medios que se han hecho eco de la noticia es que Firefox podrá ejecutar extensiones de Chrome, Opera y, tal vez, Microsoft Edge. Suena bien, pero las extensiones es, precisamente, la trinchera en la que el navegador todavía se defiende con dignidad, sino en cuestión de cantidad, sí de calidad, entendiendo esto como que Firefox ofrece complementos más complejos e imposibles en Chrome.
Sea como fuere, Firefox cambiará la API de programación de extensiones de manera que se beneficiará de compatibilidad con las de otros navegadores, con el motor Blink de Google, a la par que le facilita la vida a los desarrolladores, con la excepción de quienes mantienen viejas glorias que deberán ser renovadas a la fuerza.
A este cambio se le une un nuevo proceso de aprobación de extensiones antes de que estén disponibles para el público y la obligatoriedad de que estén firmadas digitalmente por sus autores, todo en favor de una mayor seguridad. Será con Firefox 43 cuando se implante esta medida y cuando se estrena la nueva API.
Electrolysis
Han pasado más de cinco años desde que Mozilla anunció Electrolysis, una tecnología cuyo fundamento es el mismo del de Chromium: sandboxing y diferentes procesos para gestionar complementos y navegación. Y un resultado parecido es el que cabe esperar: mejora importante del rendimiento, más seguridad y también mayor consumo de recursos, por supuesto. Pero, estamos en 2015 y es lo que hay (y no lo veremos hasta 2016).
Estos dos cambios puede no gustarle a todo el mundo, pero como explican desde Mozilla, son imprescindibles de cara a modernizar Firefox en otros aspectos. En concreto, rendimiento y seguridad. La pega es que dejaremos de tener extensiones tan potentes, porque ya no podrán integrarse tan a fondo en el navegador. Sin embargo, los desarrolladores están investigando vías alternativas, como la API del panel lateral de Opera, con el fin de encontrar soluciones óptimas.
Así, las nuevas extensiones y Electrolysis son parte integral de un un paso mucho, mucho más relevante y la postre la gran deficiencia de Firefox a día de hoy:
Servo
Servo es el nuevo motor de Firefox, escrito en el lenguaje Rust de Mozilla y todavía en fase de desarrollo. Por el momento no reemplazará a Gecko, ni siquiera está decidido, pero cuando lo haga, que es lo más probable… Entonces la renovación de Firefox se habrá completado o estará a punto de hacerlo. Porque una vez Gecko sea jubilado, XUL debería seguirle -ya queda tocado con el cambio en las extensiones- y la monstruosa interfaz -a nivel de rendimiento- de Firefox pasará a la historia (roguémosle al espíritu del software porque así suceda).
Más allá, las puertas que se abren son muy interesantes e inciertas al mismo tiempo, por lo que podemos echar a volar la imaginación con temor a equivocarnos. Yo, por ejemplo, sueño con un Firefox en Qt.