La noticia saltaba ayer a la palestra y aun sin confirmación oficial, se extendía por Internet cual enfermedad contagiosa. Pero mientras que la fusión de Android y Chrome OS se da por hecho, la anticipada desaparición de este último ha sido desmentida por la compañía.
En la entrada que publicamos anoche ya advertíamos que no se mencionaba en ningún sitio que estemos ante el fin de los Chromebooks, y es que hay lanzamientos previstos que implican a fabricantes con los que colabora Google y que difícilmente seguirían apostando por un producto con fecha de caducidad. Por lo tanto, si los Chromebooks tienen futuro, ¿cómo no podría tenerlo en sistema operativo que les da vida?
Nuestros compañeros de MuyComputer también se hacían eco de la noticia y destacaban un particular interesante: Chrome OS no ha triunfado al nivel de Android, no hay duda, pero «parte del encanto de Chrome OS para las escuelas y las empresas es que está hecho relativamente “a prueba de bombas”. Facilísimo de utilizar y administrar y constantemente actualizado en procesos silenciosos, sin fisuras. No podemos decir lo mismo de Android».
Es interesante porque es cierto y refleja una situación compleja en la que Google va a tener que hilar muy fino, aludiendo a los pormenores técnicos. Aunque todo quede en Linux.
Aclarado el importante matiz, solo cabe esperar a ver cómo se suceden los acontecimientos. Lo único seguro es que no nos vamos a aburrir.