Quedan un par de días para que las Steam Machines cumplan su primer mes en el mercado y, es curioso, la primera marca que se desligó de la visión de Valve con respecto al producto original, ha resultado ser la que más carne en el asador ha puesto desde el mismo estreno de estas… ¿consolas? Lo dejaremos en consolas de nueva generación, porque más allá de ofrecer más posibilidades que el solo jugar o consumir contenidos, en esencia son eso.
La referencia iba, obviamente, por Alienware. Como recordaréis, hace más de un año que esta filial de Dell, especializada en montar los equipos más potentes para gamers, se pronunció a razón de las Steam Machines. Y aun augurándoles un buen futuro, se desmarcó de la línea señalada por Valve para adelantar su propio proyecto basado en Windows 10: Alienware Alpha, también a la venta. Sin embargo, ahí estuvo Alienware el pasado 10 de noviembre con hasta cuatro modelos de Steam Machines.
Claro que en realidad las Alienware Steam Machine son un solo modelo con cuatro configuraciones de hardware en relación a componentes y precio. Comparten caja, tarjeta gráfica, disco duro -excepto el modelo más económico- y sistema operativo, mientras que se diferencian en el procesador y memoria RAM. La más potente incluye:
- CPU Intel Core i7-4785T
- 8 GB de RAM DDR3 a 1600 MHz
- GPU NVIDIA GeForce GTX con memoria GDDR5 de 2 GB
- HD SATA de 1 TB a 7200 rpm
- SteamOS 2.0
La gráfica al parecer habría sido modificada por Alienware y equivaldría a una GeForce 860M. En cuanto a conectividad Alienware Steam Machine integra 2 USB 2.0 frontales, 2 USB 3.0 traseros, entrada y salida HDMI, conexión de red inalámbrica y Ethernet y salida de audio óptica. Todos los detalles técnicos en la página del producto.
Todo cabe en una carcasa de reducido tamaño, 5,5 cm de alto por 20 cm de ancho y profundidad, con un peso de 1,81 kg. Por tamaño se la compara -en las notas de prensa- con una Wii, y casi: es un pelín más ancha, un pelín menos profunda y otro pelín más pesada. Por fortuna no es un portátil y el diseño acompaña; un vistazo basta para reconocer que se trata de una consola y no desentonará al lado de la tele.
Pero Alienware Steam Machine no se presenta sola. El paquete se complementa con un Steam Controller y varios juegos, incluyendo contenido ‘descargable’ valorado en unos 200 dólares. Buena forma de dar la bienvenida al usuario, de no ser porque son dos los títulos que todavía no están disponibles para Linux y uno de ellos es el más conocido, PAYDAY 2, del que se espera su estreno en Linux a principios de 2016.
Llegados a este punto os podéis estar preguntando, ¿y para qué nos cuentas esto? Aunque seguramente, tras semejante introducción, os lo habéis imaginado: llevo un par de semanas con el modelo más potente de Alienware Steam Machine en casa y tengo tantas cosas que contaros que, sí, esto no es más que una mera introducción, un post de referencia para cuando me líe con el tema.
Este nuevo concepto de consola, las Steam Machines, es un compendio de muchos elementos: hardware, software, periféricos, contenidos, industria… Y el escritorio Linux se juega más que los juegos (se acaba de romper la barrera de los 1.700 juegos para Linux en Steam, por cierto) en esta aventura.
Mientras llega el análisis os puedo adelantar algo que ya me ha dado tiempo a comprobar: las Steam Machines no son vaporware. El juego de palabras pierde gracia en su traducción al español, pero me resulta sugerentemente apropiado. Lo que yo me he encontrado es un producto bastante pulido y con potencial. ¿Son más alargadas las sombras que brillantes las luces? Lo veremos. La primera impresión es de grata sorpresa.
