Ha pasado más de un año desde que CrunchBang dijo adiós, pero ya está aquí su sucesora más cercana con versión final: BunsenLabs Hydrogen. Se basa en Debian y siguiendo la tradición, ofrece una experiencia minimalista donde las haya.
BunsenLabs Hydrogen surge de parte de la comunidad de CrunchBang, aquella que no quedó satisfecha con la decisión del líder de la distribución, Philip Newborough, quien tras diez años manteniendo el proyecto lo dejó porque, en sus palabras, «las cosas han cambiado; se llama progreso, y en su mayor parte, el progreso es una buena cosa“. Es de suponer que se refería a la facilidad de montarse un sistema similar a CrunchBang a partir de la propia Debian.
Sea como fuere, la comunidad de CrunchBang tenía otra opinión y tardaron poco en organizarse para continuar con una derivada espiritual, más que directa. Y no fueron los únicos: apenas unos días después del adiós apareció en escena CrunchBang++, da la sensación, para aprovechar el tirón mediático, aunque hace tiempo hay una versión 1.0.
El proyecto comunitario mayoritario, sin embargo, es BunsenLabs y con Hydrogen presentan su primer versión final y estable. El fondo es Debian 8.4 y la forma el gestor de ventanas ligero Openbox, el panel tint2 y Conky, todo muy bien preconfigurado para la ocasión. En resumen, BunsenLabs Hydrogen es estabilidad, ligereza y el tan comentado minimalismo del que siempre hizo gala la distribución original.
El anuncio de lanzamiento se ha dado de manera discreta en los foros oficiales sin mucha más información, pero en el resto del sitio la hay de sobra. En la sección de descargas están listas las imágenes para 32 (PAE y normal) y 64 bits. Al estilo de CrunchBang, también es posible añadir el repositorio de BunsenLabs a una instalación de Debian para conseguir los paquetes y configuraciones.
Y bien, ¿sobraba una distro como CrunchBang? ¿Sobra BunsenLabs? Es cierto que se ha progresado mucho, pero lo de que te lo den todo hecho no parece haber pasado de moda… ¿O sí?