Linux cumplirá 25 años mañana. Como quien no quiere la cosa, ha pasado un cuarto de siglo desde que Linus Tovalds anunciase el nacimiento de su hijo putativo, convertido hoy en todo un mocetón que de competir en unas olimpiadas tecnológicas se llevaría tantos oros como Phelps. Porque Linux es el número uno en muchos frentes. Pero no en el escritorio de PC.
Con toda probabilidad publicaremos algo sobre el 25 aniversario de Linux el día que toca, mañana; aunque por ahí ya se ha publicado bastante y lo que queda, especialmente con la LinuxCon en marcha. Esta semana se podrán leer muchos artículos como este de ayer en MCPRO, visita recomendada antes de continuar.
En efecto, se falla al transmitir un concepto básico que no es necesario señalar porque salta a la vista. Pero solo para la persona instruida en temas que, hay que afrontarlo, importan más bien poco a gran escala. Y no es culpa de la prensa. Cuando Jim Zemlin apenas menciona de soslayo el escritorio Linux durante la conferencia de inauguración del evento, el mensajero no puede inventárselo.
Es cierto que el presidente de Linux Foundation no habla en clave técnica, sino de proyecto, pero tampoco ayuda. Sin caer en extremismos, hay ocasiones en las que conviene poner más esmero y esta era una. Funciona en los dos sentidos: el emisor dice algo más aparte de «Linux y Open Source» y el transmisor matiza para que lo entienda todo el mundo. Desafortunadamente se trata de un detalle sin importancia donde es relevante tenerla, en la foto de familia.
A este respecto, otro artículo recomendable es el que publicaba el lunes, directa al grano, Christine Hall en FOSS Force. ¿Sorpresa? Ninguna. Es incluso comprensible que la atención se centre donde más éxitos se están cosechando, sobre todo cuando atravesamos tiempos de cambio constante en las tendencias tecnológicas del usuario final que han traído sus propios éxitos. Pero no hubiese estado mal dedicar unos segundos al aspecto que menos brilla de Linux, porque a su manera también brilla. Si hasta «el jefe» lo tiene todavía en mente, ¿qué costaba?
De hecho, tampoco hubiese estado mal recordar que GNU/Linux no es el único Linux de usuario final que existe, ni se restringe a ser un escritorio de PC. No importa si no se hizo: GNU/Linux en PC es el último mono, el que se ahoga. Sin embargo, en este caso la foto de familia le es beneficiosa porque a gran escala es el último mono, pero a pequeña se distinguen más monos y GNU/Linux es de los grandes. Es decir, la flotabilidad parece asegurada.
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