No hay nada decidido aún, pero el principal responsable de gestión de proyectos de Apache Foundation ha puesto las cartas sobre la mesa y abre el debate sobre si ha llegado el momento de terminar con el desarrollo de OpenOffice.
No es la primera vez que se habla de tema, aunque podría ser la última. Lo cierto es que OpenOffice.org no sobrevivió a las garras de Oracle y lo que recibió Apache Foundation fue un zombi. Con LibreOffice ya en marcha y con todos los contribuidores importantes subidos al nuevo barco, el otrora símbolo del software de oficina de código abierto cayó en un olvido de lo que no se ha podido reincorporar, y no solo a nivel de usuarios.
La razón de peso expuesta por Dennis Hamilton de Apache Foundation apunta a la imposibilidad de mantener adecuadamente la suite ofimática en materia de seguridad, porque faltan manos. Ni siquiera pueden lanzar rápidamente actualizaciones con correcciones a fallos conocidos, y eso es un problema.
Así, comienza el debate en el seno de Apache Foundation que, si me permitís la opinión, no debe acabar en falso: OpenOffice debe morir. OpenOffice ha sido grande, pero hoy en día no tiene sitio existiendo LibreOffice. Y no se trata de diversidad o fragmentación, sino de la cruda realidad.
Primero OpenOffice, luego OpenOffice.org y más tarde Apache OpenOffice, ha cumplido su labor con creces. Esperemos que no lo hagan sufrir más, ni al legado de lo que fue, ni a los pobres despistados que aún caen en la trampa.