Como adelanto a algo que tenemos preparado para «el año que viene» y que creemos os va a gustar, retomamos el contacto con Mountain para hacer un precalentamiento de categoría. ¿Cómo? Probando uno de sus equipos, por supuesto. ¿Por qué? Porque por ahí van los tiros y en su momento tomará forma lo dicho. Mientras tanto, entremos en materia que hay mucho por contar.
A todo esto, supongo que no es necesario presentar a Mountain, especialmente por estos lares. El fabricante español es conocido por ensamblar equipos de altas prestaciones para profesionales y jugadores y aunque ha dejado de ofrecerlos con Linux, sigue vendiéndolos sin sistema operativo preinstalado, con lo cual mantienen nuestro interés (por si a alguien le interesa, todavía andan con descuentos por la Cyber Week).
El equipo elegido para la ocasión es un portátil y no nos hemos ido a lo más bestia, sino todo lo contrario, pero no por el precio. El objetivo de este portátil es que haga honor a su apelativo, pero sin que se note falta de potencia. En ese aspecto, con Mountain uno puede estar tranquilo, si bien por debajo de las 15 pulgadas solo tienen un modelo disponible, este que nos ocupa.
Mountain Nickel 14
En efecto, el Nickel 14 es el único equipo principalmente portátil que vende Mountain ahora. A partir de ahí son portátiles de 15 y 17 pulgadas y gráfica integrada que apuntan más a un uso intensivo. Por lo tanto, y con la portabilidad como característica clave, Nickel 14 era el señalado. Estas son sus especificaciones técnicas:
- Pantalla: 14″ Full HD (1920×1080) IPS mate
- CPU: Intel Core i5-7200U a 2,5 GHz
- GPU: Intel HD graphics 620
- Almacenamiento: SSD 240 GB
El apartado de conectividad está cubierto con Ethernet, Wifi (Intel 8260), Bluetooth, HDMI, USB 2.0/3.0/tipo C y lector de tarjetas de memoria; y a la batería una unidad extraíble de 4 celdas que dura sobre el papel hasta 4,5 horas. Todo con unas dimensiones de 34 cm de ancho, 22,2 de alto y 24,5 de profundidad que en conjunto pesa 1,8 kg.
Como se ve, el Nickel 14 es un portátil pequeño, pero no un ultraportátil. Supera en peso y tamaño a los 13 pulgadas que son la norma por abajo hoy en día -porque más pequeño, da igual cómo lo llamen, valen para poco- pero la diferencia frente a los 15 pulgadas es evidente.
La experiencia
Como sabéis, cada vez que pruebo un equipo lo uso entre quince días o un mes como mi estación de trabajo principal, porque considero que es la única forma de estrujarlo de verdad, en uso real. Y en este caso no ha habido excepción. De hecho, lo puse a prueba de la buena ya que se vino conmigo a la SUSECON y aguantó como un campeón.
Desde que me llegó el Nickel 14 han pasado por él Ubuntu 16.04.1, openSUSE Leap 42.2 y Fedora 25, con resultados muy parejos. En resumen, todo va muy bien y a nivel de hardware la compatibilidad es fetén, que dirían en la capital. Ninguna queja. Lo que sí he tenido ahora, redactando esta entrada, es un segundo de incredulidad a razón de la autonomía del equipo.
El tema de la batería no es algo que me preocupase mucho porque puedes conectar el PC en aeropuertos y aviones; en los eventos suele haber salas de prensa preparadas para trabajar conectado… Sin embargo, me sorprende que no reparara en la duración estipulada de 4,5 horas porque encadenar sesiones en SUSECON podían llevar eso y más, y ningún día llegué a necesitar conectar el portátil a la corriente.
Así las cosas, el punto va directo no para el hardware, sino para el software: que las especificaciones señalen 4,5 horas y que la distro Linux de turno -openSUSE Leap 42.2 en este caso- se atenga más o menos a ello es como para destacarlo. La medición no fue para nada escrupulosa, pero no haber advertido este detalle hasta revisar ĺas especificaciones oficiales me ha dejado una buena impresión.
Otro aspecto que me ha gustado del Nickel 14 es el tamaño, claro. Las 14 pulgadas ofrecen bastante confort para trabajar en Full HD, mientras que el equipo me cabía en una maleta para 13 pulgadas. Como, además, mi portátil tiene unos añitos, también pesaba menos (!).
Pero como no hay nada perfecto, a lo largo del tiempo que lo he utilizado he notado ciertas carencias que lo penalizan y cuya resolución dejaría un equipo de diez. En parte son los sospechosos habituales, en parte preferencias personales, pero el Nickel 14 sería redondo con:
- Mejor carcasa. No es que sea mala, pero el plástico no transmite la sensación ‘premium’ del resto de componentes.
- Mejor batería. Sé lo que acabo de decir, pero no se contradice con aspirar a la mayor autonomía posible.
- Teclado retroiluminado. ¿Capricho? Pues no. Viene muy bien cuando se necesita y como guinda es una característica ideal.
Y eso es todo. El Nickel 14 me deja una experiencia por lo general muy positiva que tendrá su utilidad en una fechas, en un contexto ligeramente diferente. Así que termino ya, dando las gracias a Mountain por el préstamo.