Microsoft presentó la semana pasada la nueva generación de Skype, una aplicación / servicio que ha vivido días mejores, pero que ahora se encuentra frente a una competencia que se lo está comiendo en diferentes terrenos. Así, el gigante del software privativo ha reaccionado introduciendo características propias de apps como Instagram o Snapchat (chorradas, principalmente), pero sin un solo comentario dedicado a Linux.
Por el contrario, lo que han empezado a advertir en el sitio oficial de Skype es el fin del cliente nativo tradicional desarrollado en Qt. Se trata de la versión 4.3, lanzada hace tres años y considerada como la «estable». Será el próximo 1 de julio cuando deje de funcionar, por lo que cualquier interesado en seguir utilizando Skype en Linux deberá saltar a la alternativa.
¿Cuál es la alternativa? El Skype multiplataforma que presentaron en 2016, todavía en fase beta y sin visos de avanzar lo rápido que hubiera cabido esperar para tratarse de una aplicación en Electron que aporta poco con respecto a la aplicación web en la que se basa. De hecho, sigue adoleciendo de algunas funciones básicas y casi que es más recomendable acudir a Skype for Web si es necesario utilizar Skype.
Porque si no es necesario e imprescindible, sin duda hay alternativas de chat y VoIP más amigables. De todas, Telegram parece la mejor posicionada y a falta de videollamadas, funciona muy bien. Y en cuanto a videollamadas, Jitsi es una veterana que se mantiene en plena forma.