Aunque aún no hemos terminado de hablar de Firefox Quantum y todo lo que puede dar de sí, voy a aprovechar que se acaba de anunciar el lanzamiento de una nueva versión de Vivaldi para recordar que en GNU/Linux Firefox es el rey indiscutible, pero no es la única alternativa disponible para surcar la Web con las mejores prestaciones. Gracias al código del potente Chromium disfrutamos entre otros del propio Chrome, de Opera y de un par de años a esta parte, de Vivaldi.
Vivaldi es un caso curioso, porque ya sabéis cómo surgió: como iniciativa del cofundador de Opera Software para recuperar la esencia perdida por su antiguo navegador al mudar a la tecnología de Chromium. Es decir, el objetivo de Vivaldi era volver a ofrecer las características que hacían del viejo Opera una herramienta apreciada por los usuarios más exigentes y que el nuevo Opera perdió de un plumazo. Sin embargo, ni Vivaldi ha completado aún su hoja de ruta inicial, ni ha superado claramente a nivel de funciones a Opera, que ha ido avanzando en su propia dirección.
Aun así hay que reconocer que la gente de Vivaldi ha hecho muy buen trabajo en este par de años que llevan en activo, creando uno de los navegadores web más personalizables que existen y uno especialmente amigable para los usuarios de GNU/Linux en aspectos como la integración con el escritorio o el soporte multimedia. Entre sus características más destacadas se cuentan el el apilado de pestañas o el panel lateral, dos utilidades que en el nuevo Vivaldi 1.13 se unen de manera ideal para conformar su principal novedad.
Otra característica de Vivaldi que destaca por su buen hacer es la página de nueva pestañas y la gestión de marcadores. ¡Ojalá tomaran nota en Mozilla, porque es algo que a Firefox le vendría genial! Aunque puestos a pedir, que le copien a Opera que no tiene rival en este asunto…
Volviendo con Vivaldi, no todo es perfecto y por ejemplo carece de algo tan básico estos días como sincronización de datos en la nube (están trabajando en ello, y siempre se puede exportar los datos a mano, automatizarlo de alguna manera o usar extensiones que los sincronicen) o aplicación para dispositivos móviles, lo cual puede echar para atrás a mucha gente a la hora de considerar utilizarlo. Además, no es software libre. Pero si esto no os importa, Vivaldi es sin duda una interesante alternativa con todo el poder de Chromium, incluyendo soporte de las extensiones de Chrome.
Si aún no lo habéis hecho y os apetece probar, podéis descargar Vivaldi para distribuciones Deb y RPM de 32 y 64 bits (instala su propio repositorio, por lo que las actualizaciones van llegando).