La que fuera una de las plataformas de descarga más importantes para el entorno del software libre cayó en desgracia por la avaricia de sus propietarios, pero por fortuna una nueva dirección consiguió salvarla de su negro destino y, dos años más tarde, se presenta recompuesta en forma y fondo, según informan en el blog oficial del proyecto.
De hecho, cabría matizar para explicar convenientemente el devenir de SourceForge, porque sigue siendo una de las plataformas de descarga más importantes en la que se alojan y distribuyen multitud de proyectos de software libre. En total cuenta con más de 430.000 proyectos y más de 3,7 millones de desarrolladores registrados, mientras que sirve más de 4,5 millones de descargas diarias a medio millón de usuarios.
Debido a la importancia de SourceForge seguimos la historia de cerca, y es que 2015 fue un año nefasto para la imagen del proyecto, aunque su deriva había comenzado bastante antes. Descargar cualquier cosa de SourceForge se convirtió en actividad de riesgo especialmente desde Windows, con bundles que además de la aplicación de turno contenían adware; con publicidad intrusiva y confusa… Como señaló en su momento Logan Abbot, nuevo CEO después de que su compañía comprase SourceForge a principios de 2016, «el anterior propietario era una empresa que cotizaba en bolsa y no tenía la distribución y el desarrollo de software como una parte central de su negocio».
Bajo la nueva gestión SourceForge abandonó las «descargas trampa», implementó análisis antimalware para todos los proyectos alojados, autenticación multifactor, cifró todo el tráfico, eliminó la publicidad para los desarrolladores y creó una herramienta para detectar publicidad intrusiva y o engañosa, así como desarrolló otros «experimentos» entre los que destaca el test de velocidad en HTML5. Curiosidades aparte, se realizaron los cambios imprescindibles para que el proyecto recuperase parte de la confianza perdida.
¿Es demasiado tarde para SourceForge? Podría parecerlo, con GitHub como nuevo gigante del sector. Pero no es así y en este sentido se han adaptado rápidamente al paradigma reinante, ofreciendo una herramienta de importación desde GitHub para facilitarle la vida a desarrolladores y usuarios. Porque puede que el desarrollo se haya movido en mayor medida a GitHub, pero desde el punto de vista del usuario que solo quiere descargar un paquete, SourceForge era muy superior y más que lo es ahora, con un rediseño por todo lo alto que refresca la estética del sitio y añade nuevas funciones de búsqueda, filtrado y recomendación.
En definitiva, han hecho lo deberes y hay que reconocerlo. SourceForge mantiene la que siempre ha sido su principal aportación: ser un gran portal de descargas en el que predomina el software libre.