De un tiempo a esta parte hay quien nos recrimina la amplia cobertura que le dedicamos a Microsoft, pero es imposible ignorar el nuevo rumbo emprendido por los de Redmond en materia de código abierto y relación con Linux, en el que compañías como Red Hat, SUSE o Canonical son alguno de sus socios preferentes. Así pues, guste más o menos, la actualidad manda y Microsoft no para de dejarnos noticias.
Sin embargo, nos cuidamos bastante de emplear los términos adecuados en cada caso y uno que Microsoft no está preparado para adoptar y muy probablemente nunca lo esté, es el de software libre. Software libre y código abierto (Open Source) significan exactamente lo mismo cuando hablamos de software licenciado de una manera concreta, pero difieren considerablemente en lo que a movimiento social se refiere, que es cuando usamos Software Libre en mayúsculas.
Pero no hay que preocuparse con que a Microsoft le dé un día de estos por envolverse en la bandera del FLOSS, porque él termino no ha cuajado nunca del todo en el terreno corporativo, ni en Microsoft parecen inclinados para atreverse a tanto. Caso diferente es el del Open Source, con el que el gigante del software privativo se siente cada vez más cómodo. La última muestra de ello la tenemos en The Open Source Show, un programa que arrancó este mismo mes de marzo y del que ya llevan cinco episodios emitidos.
The Open Source Show se puede encontrar en el sitio para desarrolladores de Microsoft, aunque está alojado -como el resto de contenidos del sitio- en YouTube. Trata de lo que cabía esperar: código abierto, Linux, Docker, Kubernetes… en clave Azure. Ninguna sorpresa. No obstante, ha sido descubrirlo y llevarme más de una sorpresa. No porque esté mal, sino por las «cosillas» que se pueden ver si uno se fija un poco.
Presentando y dirigido por Lena Hall, Queen of Big Data lakes, Streaming Architectures and Distributed Kingdoms, Khaleesi of the Great Clouds (imposible saltarse una presentación tan friki), en The Open Source Show podréis ver contenidos muy técnicos en un formato ameno, eso sí, en inglés (con subtítulos si lo preferís). Así como podréis ver a Lena explicando los temas desde su MacBook, donde usa Chrome, Dropbox… Un puntazo para una compañía que no hace tanto prohibía internamente usar productos de la competencia.