GNOME Shell es un gran entorno de escritorio que tiene en la simplicidad su mayor virtud, pero que desde hace tiempo arrastra un problema bastante acusado: un consumo de recursos excesivo, más cuando se trata de la RAM.
Con un ordenador potente se puede salvar la mayoría de los obstáculos que plantea el software “pesado”, pero el problema de GNOME queda agravado cuando se empieza a comparar con otros entornos, sobre con todo con su rival histórico, KDE (actualmente Plasma 5), que con una buena implementación es capaz de consumir unos 500 megabytes en sistemas “precocinados” como Kubuntu, mientras que es difícil ver actualmente al entorno originario del proyecto GNU bajar del giga en un sistema de las mismas características.
Afortunadamente, desde la comunidad de GNOME son conscientes de este problema, y posiblemente de ahí derive el GNOME Performance Hackfest, que se ha celebrado entre los días 14 y 16 de mayo de 2018 en Cambridge (Inglaterra, Reino Unido). Según la tentativas de agenda, en el evento se intentaría “buscar e implementar estrategias para reducir el consumo de RAM de una sesión de GNOME típica”, “mejorar la frecuencia de imágenes por segundo y la latencia de GNOME Shell” y “observar potenciales problemas en plataformas de entrada/salida lentas”. Como patrocinador se contó con RaspberryPi, el conocido miniordenador cuya trayectoria está muy ligada a Linux.
Según ha contado Alberto Ruiz en el blog Silicon Island, Jonas Adahl, Marco Trevisan, Eric Anholt, Emmanuele Bassi, Carlos Garnacho y Daniel Stone han estado reuniéndose para tratar sobre el rendimiento de GNOME Shell, con discusiones a alto nivel sobre pipeline, Clutter, Cogl, Cairo/GTK3 y GTK4. Sin embargo, el esfuerzo principal se centró en ayudar a Christian Hergert con sysprof (DRM, Mutter, GJS… ) para los cuellos de botella en el rendimiento a diferentes niveles y detectar sus orígenes.
En la agenda del evento se puede ver un resumen sobre el consumo de recursos de una sesión de GNOME típica en Fedora Workstation. Una de las cosas que se han detectado es que eliminando la instancia de gnome-shell propia de GDM se puede ahorrar unos 280 megabytes de RAM, lo cual no está nada mal y sería una mejora que los usuarios percibirían. A esto se suman otras propuestas que ayudarían a reducir el consumo de recursos y los problemas de rendimiento de GNOME Shell.