La lista TOP500 de junio de 2018 muestra que Linux sigue gobernando el 100% de las 500 supercomputadoras más rápidas del mundo, un monopolio que por un lado muestra el poder de este sistema operativo a la hora de ser utilizado en estos entornos, aunque por otro se podría echar de menos la presencia de un competidor (a ser posible también Open Source).
Que Linux se haga con el 100% en el TOP500 no es ninguna novedad, sino que es algo de lo que informamos en noviembre del año pasado. Con este panorama, posiblemente lo más interesante ahora sea centrarse en ciertas tendencias tecnológicas y en la competencia entre las mismas supercomputadoras, pudiendo llevar la situación actual a una rivalidad entre las dos mayores potencias del mundo: Estados Unidos y China.
Según informan en ZDNet, si en noviembre del año pasado las dos supercomputadoras más rápidas del mundo eran chinas, concretamente las Sunway TaihuLight y Tianhe-2A, Estados Unidos ha recuperado recientemente el primer puesto mediante Summit, de la que ya informamos en su día especificando algunas de sus características. Por su parte, Sierra, también estadounidense, se ha hecho con el tercer puesto, mientras que las chinas Sunway TaihuLight y Tianhe-2A ocupan en estos momentos el segundo y cuarto puesto respectivamente. Para posiblemente hacer valer más su origen estadounidense, aunque sin poner en duda la calidad del sistema operativo, tanto Summit como Sierra utilizan Red Hat Enterprise Linux.
Además de la más que posible competencia entre Estados Unidos y China, lo que más destaca es la tendencia de utilizar cada vez más GPU. Por primera en la historia vez la mayoría de la potencia adicional ha sido añadida mediante GPU y no CPU. El 56% de los FLOPS añadidos a las supercomputadoras del TOP500 proceden de la utilización de GPU NVIDIA Tesla, la línea destinada a computación de alto rendimiento (HPC) de la compañía con sede en Santa Clara.
Como vemos, más allá de la posible rivalidad entre países y la tendencia al alza en la utilización de GPU, GNU/Linux sigue siendo el dominador absoluto como sistema operativo para gobernar las supercomputadoras más rápidas del mundo. ¿Crees que este monopolio es bueno o sería mejor que emergiera algún competidor para evitar un frenazo en la innovación?