Cuando quedan algo más de seis meses para que Ubuntu 14.04 LTS se quede sin soporte, Canonical ha anunciado la incorporación de esta versión al servicio de «mantenimiento de seguridad extendido«, que otorgará al sistema al menos un año más de actualizaciones.
El Extended Security Maintenance (ESM) o mantenimiento de seguridad extendido es un nuevo servicio que la compañía estrenó el año pasado con Ubuntu 12.04 LTS para las versiones de soporte extendido (LTS), por lo que la siguiente estaba claro que sería Ubuntu 14.04 LTS Trusty Tahr, solo que en esta ocasión han dado un mayor margen de maniobra a las empresas que deseen acogerse al mismo.
Cabe recordar que las versiones LTS cuentan con cinco años de soporte garantizado de manera gratuita, pero muchas veces no es suficiente para que algunas empresas preparen la actualización hacia una versión más reciente (distribuciones como RHEL y SLE ofrecen hasta 13 años de soporte) y de ahí este ESM, un extra de pago parte del paquete de soporte corporativo Ubuntu Advantage, que también puede ser adquirido en solitario.
El estrenó de ESM parece haber sido un éxito, y es que como explican en el blog de Ubuntu, llegó en el momento adecuado: «en el último año los departamentos de TI tuvieron que lidiar con los principales problemas de seguridad y cumplimiento de TI: GDPR, Spectre, Meltdown, Stack Clash, Blueborne, Dirty Cow, SegmentSmack o FragmentSmack por nombrar algunos. En total, ESM ha proporcionado más de 120 actualizaciones, incluidas soluciones para más de 60 vulnerabilidades de prioridad alta y crítica, a los usuarios de Ubuntu 12.04″, señalan.
Ubuntu 14.04 LTS completará su ciclo de vida el próximo 30 de abril de 2019, y será entonces cuando ESM se active para esta versión. Cuánto se mantiene activo el soporte es una historia diferente, pues aunque en principio la extensión está hecha para durar un año, depende de la cantidad de clientes que estén dispuestos a pagar por el mismo el que se alargue más o menos.
En conjunto, Ubuntu Advantage está disponible a partir de 150 dólares anuales por estación de trabajo con un mínimo de 50 equipos, mientras que el precio sube hasta los 250 dólares anuales por instalación con un mínimo 10 servidores virtuales.