En ausencia de Linus Torvalds, Greg Kroah-Hartman ha sido el encargado de completar el ciclo de desarrollo y anunciar el lanzamiento de Linux 4.19 LTS, una nueva versión del kernel que como se indica y como ya os adelantamos en su momento, es la nueva versión con soporte extendido del kernel, si bien aún no se ha concretado durante cuánto tiempo será mantenida.
Sea como fuere, una nueva versión del núcleo significa siempre novedades a tutiplén y Linux 4.19 no es una excepción, incluyendo como de costumbre mejoras en el soporte de hardware a todos los niveles, virtualización, sistemas de archivos, etc. Pero sin nada especialmente destacado. El grueso de los cambios se lista como es habitual en Kernel Newbies.
Así que pasamos por encima de todo el apartado técnico para comentar algo más importante si cabe, y es que Kroah-Hartman utiliza la mayor parte de su anuncio no para hablar de tecnología, sino del hecho por el cual él se ha encargado de coordinar la completación de esta versión: el retiro temporal de Linus Torvalds para «tratar» sus formas.
En este sentido hay que aclarar que el nuevo código de conducta ha sido incluido en Linux 4.19 y que Torvalds regresa al mando del proyecto, cuyo próximo paso será el previsible salto de versión, bien como final de ciclo para Linux 4, bien como el arranque de Linux 5.
A todo esto, como muchos ya sabéis se lió una buena después del movimiento de Linus y aunque en MuyLinux hemos preferido dejarlo correr, las batallas dialécticas se sucedieron con intensidad los días siguientes al anuncio de marras: que si los ‘Social Justice Warriors’ iban a tomar Linux, que si se iban a imponer ideologías de nueva hornada que tanto están dando de qué hablar en otros ámbitos…
Pues bien, nada de eso parece que se vaya a materializar. Es decir, el núcleo duro de los desarrolladores del kernel han concedido que el respeto debe ser una máxima para favorecer un ambiente de colaboración óptimo, como no podía ser de otra manera; pero hasta ahí.
El mismo Linus Torvalds reconoció que debía cambiar algunas cosas con las que la mayoría de gente está de acuerdo (no se puede tratar a nadie como hacía el insigne finlandés, eso está fuera de toda discusión), pero la meritocracia seguirá siendo el pilar fundamental en el desarrollo de Linux.
De hecho, Torvalds reapareció brevemente en una entrevista para la BBC y dejó claro que la situación no se va a resolver si él deja de insultar, pero le siguen insultando con ocurrencias como atribuirle incapacidad para comprender el problema o dirigir un proyecto como Linux siendo un «hombre blanco cisgénero» y estas cosas que se dicen ahora.
