Después de una última semana en la que hemos tenido Red Hat hasta en la sopa, a raíz principalmente de su acuerdo de venta con IBM, pero también por otros temas no relacionados, nos hacemos eco de unas declaraciones de Mark Shuttleworth al respecto de la gran operación de las que no dejan indiferente.
De hecho, Shuttleworth fue una de las primeras voces con peso en el ecosistema de Linux en dar su opinión acerca de la adquisición de Red Hat, y si no hemos hablado antes del asunto ha sido por no sobrecargar. Pero había que comentarlo porque como sucede de vez en cuando, el por lo general inteligente y oportuno CEO de Canonical y fundador de Ubuntu, vuelve a patinar.
«Durante los últimos dos años, muchos clientes prominentes de Red Hat han seleccionado Ubuntu y se han comprometido con Canonical para construir una infraestructura de código abierto más eficiente y eficiente para nuevas iniciativas importantes«, arranca Shuttleworth en un artículo en el blog de Ubuntu. «Entre otros contamos con los principales bancos del mundo, empresas de telecomunicaciones, gobiernos, universidades, aerolíneas, compañías de seguros, gigantes tecnológicos y conglomerados de medios«, agrega, sin reparar en el hecho de que lo mismo podrían decir en SUSE o Red Hat, y con mayor sustento, avalado tanto por cartera de clientes como por cifras de negocio. Pero digamos que el ensalzar el proyecto propio frente a la competencia es algo que todos hacen.
«La adquisición de Red Hat por IBM es un momento significativo en la progresión del código abierto en el mainstream. Saludamos a Red Hat por el papel que desempeñó en el encuadre de código abierto como un sustituto familiar y completo de UNIX tradicional en términos de ‘Wintel’. En ese sentido, RHEL fue un paso crucial en el movimiento de código abierto«, prosigue Shuttleworth. «Sin embargo, el mundo ha avanzado. Reemplazar UNIX ya no es suficiente. La disminución en el crecimiento de RHEL en contraste con la aceleración en Linux en general es un fuerte indicador de mercado de la próxima ola de código abierto«, arguye, sin tener en consideración algunos datos importantes. El primero y más destacado, las mentadas cifras de negocio de ambas compañías.
No sé de dónde saca Shuttleworth esa «disminución en el crecimiento de RHEL» porque no da fuentes, pero informes como el Worldwide Server Operating Environments Market Shares 2017 de IDC sitúan a la compañía del sombrero rojo como líder segmento Linux en el mercado de servidores. Por no mencionar que en ese año Red Hat ingresó en torno a los 2.600 millones de dólares, mientras que Canonical hacía caja por unos 125 millones de dólares, sin contar pérdidas.
«Las cargas de trabajo de la nube pública han evitado en gran medida a RHEL«, señala el fundador de Ubuntu, aunque se le olvida comentar que una de las principales razones para que esto sea así se debe al cambio de paradigma en el despliegue de infraestructuras basada en cloud, donde la nube híbrida comienza a asentarse como la referencia para las grandes empresas.
«Estamos decididos a que Ubuntu sea juzgado como el vehículo más seguro, rentable y más fiel del mundo para iniciativas de código abierto. […] Llevemos el código abierto al siguiente nivel«, concluye Shuttleworth. ¿Ha terminado, pues, Red Hat su periplo como líder del Linux corporativo y punta de lanza como estandarte del código abierto en el sector empresarial? Habrá que verlo, por muy decidido que esté el sudafricano en tomarles el relevo.
Este arranque del CEO de Canonical recuerda bastante al que se dio durante la pasada OpenStack Summit, en la que en lugar de simplemente exaltar todo lo que ofrece Ubuntu, como suelen hacer todas las compañías en este tipo de actos, se dedicó a enfrentarse a Red Hat, siendo reprobado por la misma organización del evento.