Xubuntu se une al resto de la familia y, según han decidido sus desarrolladores, se despide de los 32-bit. De hecho, ya se han despedido, porque Xubuntu 18.10 fue la última versión en dar soporte a la vieja arquitectura y a partir del lanzamiento de la próxima Xubuntu 19.04 el único instalador disponible solo lo estará para 64-bit.
La noticia la cazaban al vuelo en Phoronix y quizás pille a alguien desprevenido, porque cabía esperar que las ediciones más humildes de la familia Ubuntu se lo tomaran con más calma. Sin embargo, la cosa ha ido bastante rápido y apenas un año y medio después de que la edición principal con Ubuntu diese el paso, incluida la versión para servidor, le han seguido las demás.
Las primeras fueron Ubuntu MATE y Budgie, seguidas muy de cerca por Kubuntu. Asimismo, a partir de Ubuntu 18.10 se eliminó la posibilidad de actualizar la versión desde un sistema de 32-bit. Queda la duda de qué pasará con Lubuntu, que recientemente publicó un llamamiento para ayudar a mantener el soporte para 32-bit, pero que más tarde anunciaba un cambio de rumbo que puede no ser del agrado de todos sus usuarios, si bien por el momento no hay confirmación de nada.
Dicho con otras palabras, los usuarios de Ubuntu que requieran un sistema de 32-bit tienen en Ubuntu 18.04 LTS su mejor baza, al menos hasta que concluya su soporte en 2023. Por otro lado, hay y seguirán habiendo distribuciones con soporte para 32-bit, y más especialmente para equipos desfasados. En el caso de Xubuntu la alternativa directa más recomendable sería Linux Mint Xfce, mientras en lo que respecta a distros ligeras muy solventes.
Sea como fuere, Ubuntu no es la única gran distribución del panorama en olvidarse de los 32-bit, muchas los están haciendo, y es que hay que afrontar lo inevitable: el paso del tiempo es inexorable.