GNU nano 4.0 es la nueva versión del conocido editor de texto para la línea de comandos, un proyecto incluido por defecto por la mayoría de distribuciones Linux y una de las utilidades más apreciadas por quienes gustan del software sencillo que simplemente se limita a cumplir con su función.
GNU nano nació en su forma original en junio de 1999 bajo un nombre diferente, como alternativa libre al entonces popular Pico, parte del cliente de correo electrónico Pine. Sin embargo, no fue hasta el 2000 que lanzó su primera versión estable con su nombre actual. Más tarde se uniría al proyecto GNU como una de las utilidades básicas de este y a punto estuvieron de romper las relaciones, pero quedó en nada.
Así, en los últimos 20 años ha habido varias versiones importantes de nano, pero de 2018 a esta parte el ritmo de desarrollo y liberaciones se ha agilizado y si en septiembre de 2018 llegaba su versión 3.0, ahora la hace la 4.0, apenas seis meses después. Ni una ni la otra trajeron grandes cambios, pero sí diferentes novedades y mejoras que cualquier usuario habitual de la aplicación recibirá con agrado.
De acuerdo al anuncio oficial publicado en las listas de correo del proyecto, GNU nano 4.0 viene entre otras novedades con el desplazamiento suave habilitado por defecto, así como aprovechando al máximo el espacio vertical con el comienzo de la edición desde la primera línea bajo la barra de títulos del cliente de terminal. La mayoría de novedades son, de hecho, cambios similares en el funcionamiento de la aplicación.
Si GNU nano 3.0 trajo como mejora destacada la mejora del rendimiento, valga la redundancia, además de nuevos atajos de teclado, diferentes cambios de usabilidad y alguna corrección, GNU nano 4.0 es un suma y sigue en el que sus desarrolladores se dedican, principalmente, a mantener en forma una veterana y competente utilidad cuya finalidad cumple desde hace muchos año.