Linus Torvalds ha anunciado ayer la publicación de Linux 5.1. La última versión del kernel más mediático de la computación viene a mejorar aspectos como la entrada/salida (I/O), una mejor preparación para el año 2038 y nuevas posibilidades en el mapeo de dispositivos.
Como ya hemos adelantado en el párrafo anterior, lo primero que se puede destacar de Linux 5.1 es la nueva interfaz de entrada-salida. Mediante IO_uring se consigue mejorar el soporte de I/O asíncrona, pudiendo soportar nuevas características como los buffers y mejorando en aspectos como la escalabilidad.
Aunque todavía estamos algo lejos del año 2038, Linux 5.1 incluye diversas mitigaciones para avanzar en la corrección del problema relacionado con la llegada de ese año, el cual está ligado a la representación del tiempo basada en el sistema POSIX. Viendo el margen de tiempo que queda, se espera que este tema esté resuelto con mucha anterioridad para evitar sobre todo problemas a las empresas, que son a fin de cuentas el pilar sostén de Linux a nivel comercial.
La última versión del kernel incluye la posibilidad de iniciar el sistema en un dispositivo “device-mapper” sin necesidad de utilizar initramfs. Al parecer este nuevo mecanismo es un poco complejo de utilizar, pero puede venir bien a personas que no quieren o no pueden usar initramfs, que es el componente utilizado por Linux para preparar el sistema durante el arranque antes de que empiece el proceso del init. Otro aspecto importante de Linux 5.1 es la posibilidad de utilizar la memoria persistente como si fuese RAM (memoria del sistema), abriendo así la puerta a utilizar de otra manera los dispositivos que son usados como memoria persistente, los cuales hasta ahora eran tratados como dispositivos de almacenamiento.
El sistema de ficheros Btrfs permite ahora a los usuarios configurar los niveles de compresión Zstd. Si bien dicha característica estuvo soportada en anteriores versiones de Linux, desde ahora se puede ajustar su nivel. Por su parte, la función de monitorización del sistema de archivos basada en fanotify ha sido mejorada para añadir a su interfaz la característica de vigilancia de súperbloque raíz, la cual se encarga de observar los cambios en sistemas de ficheros grandes.
Linux 5.1 incluye un nuevo gobernador de cpuidle (CPU desocupada) llamada Timer Events Oriented (TEO), que en un principio tendría que mejorar la gestión de la energía sin afectar al consumo. Cabe destacar que la gestión de la energía, sobre todo cuando se trata de la autonomía de los portátiles, es uno de los principales talones de aquiles de GNU/Linux, y aunque el kernel juega un papel importante, la gestión de los dispositivos y hasta de los recursos por parte de los entornos de escritorio son otros frentes en los que hay margen de mejora. Por último destacamos la inclusión del soporte para los parches acumulativos para la característica de parcheo en vivo. Esto tendría que ayudar a usuarios y administradores en la aplicación de parches en vivo mediante el “reemplazo atómico”.
Por lo que se puede ver, parece que en esta ocasión no brillan mucho las novedades que el usuario común pueda percibir mediante un uso corriente del sistema operativo, siendo lo más destacado el soporte para el lápiz digital Pro Pen Slim de Wacom, la Wi-Fi Intel 22260 y el dispositivo Fireface UCX de RME. Si se cumplen los planes previstos, posiblemente haya buenas noticias para los usuarios de GPU AMD en Linux 5.2.
Como siempre cada vez que cubrimos un nuevo lanzamiento del kernel Linux, la cantidad de cambios y novedades es demasiado grande como abarcarlas todas en una misma entrada, así que los que quieran conocer todos los detalles presentados en un formato relativamente amigable pueden visitar la correspondiente página en Kernel Newbies.