Más Slimbook, y es que la popular marca valenciana no para: tras meses de silencio, la renovación de varios de sus equipos en los últimos días culmina con el anuncio de un nuevo modelo de portátil que va a dar mucho de qué hablar: Slimbook Pro X, una pieza que sobre el papel y fuera de él, resulta verdaderamente impresionante. Y no exagero.
Como sabéis, Slimbook es conocida por vender equipos con Linux que destacan por el diseño y la potencia, y como no podía ser de otra manera el nuevo Slimbook Pro X cumple con tales requisitos. Pero en esta ocasión han ido un paso más allá de actualizar componentes y ofrecer más potencia: Slimbook Pro X es su equipo más ambicioso hasta la fecha por diferentes razones.
Dice la compañía a modo de eslogan que «en su categoría, es el mejor portátil Linux del mundo», en referencia a que es «el equipo Linux más completo por menos de mil euros». Una afirmación imposible de respaldar sin haber probado todos los portátiles Linux del mundo, claro, pero que deja entrever la seguridad con la están vendiendo el producto. Porque, y esto es lo importante, Slimbook Pro X no es un equipo más, sino un producto en el que el hardware no lo es todo.
Slimbook Pro X
Lo primero que llama la atención del Slimbook Pro X es su diseño, tamaño y peso. Hablamos de un portátil de 14 pulgadas de pantalla en una carcasa de 13″, esto es, 32 cm de ancho, 21 cm de fondo y 1,68 cm de grosor. Por su parte, la construcción en aleación de magnesio y aluminio aporta un aspecto sobrio y elegante, un tacto agradable y sobre todo ligereza: 1,1 kg es lo que pesa, batería incluida. Es, en definitiva, un ultraportátil con todas las de la ley.
Abriendo el equipo destaca el aprovechamiento del espacio que hace la pantalla, con un ratio del 86% y sin apenas bordes. Además, se trata de una pantalla IPS LED FHD de alta definición con un ángulo de visión de 170º, calidad de color sRGB 99% y «tecnología antifugas», por lo que mantiene el nivel que te esperas.
Lo siguiente es el teclado retroiluminado, de estilo más moderno que el del resto de modelos de Slimbook, más compacto y al mismo tiempo, con una superficie de tecla más grande, disponible en español con su eñe, en inglés y alemán. Lo mismo para el panel multitáctil, bastante más grande que el habitual y con el añadido de contar con los tres botones básicos de cualquier ratón, ocultos hasta que los pulsas.
Otro aspecto a destacar del Slimbook Pro X es la conectividad que ofrece un equipo tan enjuto: wifi Intel 3165N a 433Mbps o Intel 9560 AC a 1730 Mbps, puerto RJ45 para conexión por cable, salida HDMI, cuatro puertos USB (USB 3.1 / 2.0, Type A / Type C), Bluetooth, jack… Muy bien servido, aunque siempre se le pueda pedir más.
Y nos vamos ya con las interioridades, que como os podéis imaginar se componen a base de componentes tope de gama, valga la redundancia; incluyendo procesador Intel de octava generación i7-8565U y su respectiva gráfica, Intel UHD 620 4K; y he aquí una de las grandes novedades de este modelo: tarjeta gráfica dedicada NVIDIA Geforce MX250 2 GB GDDR5 diseñada especialmente para ultrabooks, 3,5 veces más potente que la integrada.
En cuanto a memoria y almacenamiento, el equipo admite hasta 32 GB de RAM DDR4 a 2400 Mhz o 2666 Mhz y dos unidades SSD M.2 NVMe de 250 GB, 500 GB o 1 TB, es decir, hasta 2 TB de almacenamiento máximo. Lo interesante de estas piezas es que no están soldadas, por lo que se pueden ampliar o actualizar con el tiempo.
Por último, uno de los elementos clave en todo ordenador portátil que se precie: la batería. Slimbook recoge las mediciones de los test MobileMark, los usados por todos los fabricantes para mostrar la autonomía de sus equipos, y llega hasta las 11 horas. Sin embargo, en Slimbook son más realistas y apuntan a «aproximadamente 7 u 8 horas de uso real en tareas de oficina».
Tenéis toda la información del Slimbook Pro X en la página del producto, desde donde se puede acceder a la página de reserva, pues no estará disponible hasta julio. En la página de compra podéis ver también cómo queda de precio según la configuración deseada. En su configuración básica, incluyendo 8 GB de RAM y SSD normal de 250 GB, el Slimbook Pro X cuesta 998 euros.
Ahora bien, decía que esto es un producto con más consistencia que solo el hardware -aunque todo tenga relación con este- y es tan obvio como echar un vistazo a las novedades que destaca Slimbook, dos de la cuales son muestra de que la firma valenciana está en camino de ofrecer una experiencia de usuario exclusiva y mucho más rica de la habitual:
Autenticación biométrica
Junto a la webcam de 720 HD con doble micrófono estéreo situada en la franja superior del marco se encuentra una segunda cámara biométrica para autenticación mediante reconocimiento facial, sin estar introduciendo todo el rato la contraseña de administrador.
Una vez configurada esta función, iniciar sesión, instalar paquetes, lanzar comandos o, en definitiva, realizar cualquier acción que requiera de permisos, se resuelve con mirar a la pantalla un instante: el que tarda en reconocer tu cara.
Slimbook Battery
El otro elemento que distingue la oferta de Slimbook y más en concreto al Slimbook Pro X es Battery, una aplicación propia basada en TLP de lo más interesante que preinstalan en todos sus portátiles, pero que en el modelo que nos ocupa cobra especial valor. Slimbook Battery es un gestor de batería que simplifica de manera notable el uso de TLP, aunque todavía no cuenta con todas sus opciones.
No obstante, Slimbook Battery permite asignar de un clic tres valores diferentes (ahorro de energía, equilibrado y máximo rendimiento) con los que se puede llegar a estirar bastante la autonomía, así como acceder rápidamente a opciones avanzadas a través de su configuración. En el Slimbook Pro X, además, sirve para suplir la funcionalidad de NVIDIA Optimus y alternar entre gráficas.
Así es como Slimbook está dejando poco a poco de vender equipos, para vender una experiencia de usuario que empieza a antojarse de lo más atractiva. Por supuesto, todos sus equipos están a la venta con sistema operativo, Windows incluido si así se quiere; o sin sistema operativo. Pero le están poniendo empeño al todo y hay que tenerlo en consideración.
¿Cómo lo veis? ¿Es el Slimbook Pro X «el mejor portátil Linux del mundo en su categoría»? Como he dicho antes, la frase es mercadotecnica pura e imposible de responder. Lo que sí tiene respuesta es si el Slimbook Pro X es tan bueno como parece, si merece la pena por su relación calidad precio; y aunque solo por sus características sobre el papel la respuesta obvia es que sí… Os lo contaré con mucho más detalle en las próximas semanas.
En efecto, ni hemos tardado tanto en dar la noticia, ni me he alargado tanto porque sí. Fue leer eso de «lo nunca visto» y plantarme en las oficinas de Slimbook, donde tuve una larga charla con su director comercial, Alejandro López; donde estuve viendo todos sus equipos y muchas más cosas; y de donde no me fui con las manos vacías, sino con un Slimbook Pro X de primera hornada al que ya estoy metiéndole fuego. Stay tuned!