Se acabó el culebrón: Canonical cede a la presión de la comunidad y se compromete a mantener la arquitectura de 32-bit al menos hasta el lanzamiento de Ubuntu 20.04 LTS el próximo año, según informan en un comunicado publicado ahora mismo en el blog de Ubuntu.
Hace un rato que os contábamos la historia, aunque lo cierto es que la historia viene de lejos: los 32-bit están en desuso y la mayoría de distribuciones GNU/Linux se están moviendo de acuerdo a tal realidad. Los desarrolladores de Ubuntu, sin embargo, tenían la intención de ir un paso más allá, eliminando todo el soporte de los repositorios.
Pero las reacciones a la propuesta han sido tales que no solo se han desdicho de puertas adentro, sino que la compañía ha lanzado un comunicado oficial en el que aclara su posición al respecto de un tema que parecía parcheado…, pero no: no se congelará la arquitectura como se había dicho; se mantendrá como hasta ahora, con excepciones.
Traducimos a continuación parte del mensaje:
Gracias a la gran cantidad de comentarios de este fin de semana […] cambiaremos nuestro plan y construiremos paquetes seleccionados de 32-bit para Ubuntu 19.10 y 20.04 LTS.
Pondremos en marcha un proceso comunitario para determinar qué paquetes de 32-bit se necesitan para soportar software heredado, y podemos agregar a esa lista una versión posterior a la publicación si faltase algo que fuera necesario.
Las discusiones de la comunidad a veces pueden dar giros inesperados, y este es uno de esos casos. La cuestión del soporte de de 32-bit se ha planteado y se ha debatido seriamente en los foros de desarrolladores y de la comunidad de Ubuntu desde 2014. Así es como tomamos decisiones.
Después de la versión de Ubuntu 18.04 LTS tuvimos extensos hilos en la lista de correo y también consultamos a Valve en detalle sobre el tema. Ninguna de esas discusiones levantó las pasiones que hemos visto ahora, por lo que sentimos que tuvimos suficiente consenso para el movimiento en Ubuntu 20.04 LTS.
Creemos que es razonable esperar que la comunidad participe y encontrar el equilibrio adecuado entre permitir la próxima ola de novedades y mantener la vieja. Sin embargo, en este caso es relativamente fácil para nosotros cambiar de plan y habilitar de forma nativa en Ubuntu 20.04 LTS las aplicaciones para las cuales existe una necesidad específica.
En resumen, los 32-bit se quedan, si no por entero, en su mayor parte, por lo menos durante las dos próximas versiones de Ubuntu, incluyendo la siguiente LTS cuyo soporte se extenderá hasta 2025. Para más adelante se está planteando empaquetar la arquitectura como Snap de manera que resulte lo más accesible posible tanto para desarrolladores como para usuarios.
Y concluyen: «siempre hemos tenido la intención de mantener la opción de que nuestros usuarios ejecuten aplicaciones de 32-bit en Ubuntu: nuestros núcleos lo admiten específicamente». Fin del asunto.
No obstante, desde Canonical advierten que muchos de los paquetes de 32-bit apenas se utilizan, lo cual significa que tienen muchos menos ojos encima y la posibilidad de encontrar errores que pasen inadvertidos está ahí, con el consiguiente riesgo para la estabilidad y seguridad del sistema que ello conlleva.