Es noticia, pero hay que reconocer que el TOP500 de supercomputadoras se ha vuelto bastante aburrido para los amantes del software… porque todo es Linux.
Hace años que nos hacemos eco del TOP500 de supercomputadoras, la lista que recoge las 500 supercomputadoras más potentes del mundo y que en la última década ha pasado de ser una suerte de competición entre Linux y Windows a convertirse en una cuenta atrás hacia la dominación absoluta del sistema de código abierto, lo que terminó sucediendo finalmente en 2017.
Desde entonces el interés del TOP500 se ha centrado en lo que debe, las supercomputadoras que lo forman, y en quién la tiene más grande, si Estados Unidos o China. Y nada ha cambiado en este año: con una potencia de 148,6 petaflops, algo más de lo que tenía el pasado junio, la supercomputadora de Laboratorio Nacional de Oak Ridge se mantiene como la número uno del mundo.
Este prodigio de la tecnología llamado Summit superó a la china Sunway TaihuLight el año pasado y se compone de procesadores IBM POWER9 y GPU NVIDIA Tesla V100, está gobernada por una versión de Red Hat Enterprise Linux especialmente adaptada para la tarea y no tiene competencia a la vista, entre otras cosas porque Estados Unidos aplica ciertos vetos a la venta de componentes de sus compañías al gigante asiático.
En segundo lugar se encuentra también otra máquina estadounidense construida por IBM, Sierra, en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California con 94,6 petaflops; y ya en tercer lugar aparece Sunway TaihuLight, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Ingeniería y Tecnología de Computadoras Paralelas (NRCPC) chino e instalado en el Centro Nacional de Supercomputación en Wuxi con sus 93 petaflops.
En cualquier caso, si Estados Unidos tiene las dos supercomputadoras más potentes del mundo, China es la que más supercomputadoras tiene y la que más va añadiendo a la lista, con 227 en total, mientras que Estados Unidos se sitúa en su mínimo histórico con 118, aunque en promedio siguen siendo superiores técnicamente.