Kali Linux es uno de los sistemas operativos más utilizados en el hacking ético y para llevar a cabo pruebas de penetración. Su enfoque hace que incluya una gran cantidad de herramientas que requieren permisos de root para su ejecución, por lo que los encargados de la distribución decidieron implementar el modelo de “root para todo”, haciendo que el administrador de GNU/Linux esté ejecutado por defecto y en todo momento.
Lo descrito en el párrafo anterior hizo que los encargados de Kali Linux no recomendaran su utilización para uso diario, en especial como reemplazo de distribuciones mejor enfocadas a ese propósito, como lo son Ubuntu, Debian, Fedora o Manjaro. En su día se tomó esa decisión para ofrecer un acceso rápido a las herramientas que requieren de acceso como root y a que el medio en vivo no se puede actualizar siguiendo el proceso de un sistema instalado en local. Sin embargo, muchos usuarios han decidido desoír las recomendaciones y utilizan Kali Linux en su día a día, situación para la cual no es recomendable el uso permanente de root.
Los responsables de Kali Linux han detectado que cada vez más usuarios utilizan su sistema para uso diario, entre los que se encuentran “algunos miembros del equipo de desarrollo de Kali”. Ante este nuevo panorama, han tomado la decisión de no utilizar más el usuario root por defecto, cambiando al modelo con un usuario común en primer lugar típico de la mayoría de distribuciones, y que en la sesión en vivo se identificará como ‘kali’ para el usuario y ‘kali’ para la contraseña. Al motivo expuesto se suman las aplicaciones no se pueden ejecutar desde root, como Chromium, lo que obligaba a crear un usuario común manualmente tras la instalación del sistema.
A partir del próximo lanzamiento de la distribución, cuando el sistema sea instalado, se pedirá la creación de un usuario común que será incluido en el grupo sudo. Sin embargo, los que prefieran el modelo de seguridad anterior pueden recuperarlo a través del siguiente comando:
sudo dpkg-reconfigure kali-grant-root
Estos cambios tienen como intención hacer de Kali Linux un sistema operativo más apto para uso diario, pero con el precio de que muchas herramientas requerirán la utilización de sudo para ser ejecutadas.