Hoy vamos a presentar una aplicación que no es nueva, pero que merece un artículo debido a su calidad: Shotcut, un editor de vídeo no lineal que está construido con Qt y sobre el framework MLT. Su código está publicado bajo la licencia GPLv3, así que estamos hablando de software libre de ‘línea dura’.
Gracias a que está construido con Qt 5, Shotcut ofrece soporte multiplataforma, abarcando GNU/Linux, Windows y Mac. Además, para el sistema Open Source se distribuye oficialmente en formato Snap y Flatpak, por lo que no hay excusa para no poder disfrutar de la última versión incluso en sistemas como Debian Stable, CentOS y Ubuntu LTS. En Fedora, los responsables de RPMFusion se encargan de tenerla más o menos al día.
A nivel de interfaz se nota que fue creado con Linux en mente, así que su aspecto estético puede resultar un tanto extraño para los usuarios de Windows y macOS, recordando a una aplicación GTK a pesar de estar construido con el gran rival del toolkit que da vida a GNOME, MATE y XFCE. Si bien este punto podría quitarle seriedad para algunos, se trata de una aplicación muy competente, incluso más “profesional” que algunos rivales de su misma categoría, o sea, la de los editores de vídeo gratuitos y Open Source (para muchos es superior a OpenShot y Kdenlive).
A nivel de características, Shotcut soporta edición de vídeo en múltiples pistas con archivos que pueden estar en diversos formatos, Blackmagic Design SDI y HDMI para el monitoreo de entrada y la vista previa, soporte para PulseAudio y JACK, codificación por hardware, reproducción de flujo de red, captura de vídeo y webcam, vídeos a resolución 4K y control de depuración y transporte asistido por GPU mediante OpenGL. Para el soporte de audio, vídeo e imágenes se apoya en un viejo conocido de los usuarios de Linux, FFmpeg. En su sitio web se destacan el hecho de que no requiere importación, “lo que significa edición nativa, además de líneas de tiempo, resoluciones y velocidades de cuadro multiformato dentro de un proyecto”. La búsqueda de fotogramas es compatible con muchos formatos de vídeo.
A pesar de presentar un aspecto que recuerda a una aplicación de GNU/Linux incluso en Windows y macOS, su interfaz es intuitiva y personalizable, soportando paneles acoplables y desacoplables, entre los que se encuentran las “propiedades multimedia detalladas, archivos recientes con búsqueda, lista de reproducción con vista en miniatura, panel de filtro, vista del historial, panel de codificación, cola de trabajos y servidor y lista de reproducción fundidos. También permite arrastrar y soltar activos desde el administrador de archivos”. Como es lógico en una aplicación de este tipo, soporta una gran cantidad de efectos que se pueden aplicar tanto al sonido como a la imagen.
Como vemos, Shotcut es una aplicación bastante completa para aquellos que no se dediquen a la edición profesional de vídeo, o incluso podría cumplir con las exigencias de algunos perfiles profesionales no muy avanzados. Lo malo es que su interfaz puede ser un poco extraña para aquellos que vengan de Kdenlive, pero una vez que se le coge el truco es fácil de trabajar con ella y resulta delicia tratar con los contenidos colocados en la línea del tiempo.