La versión del cliente de Steam para Linuxvio la luz en 2013 como una vía de escape de Valve ante el posible cierre del ecosistema de Microsoft, compañía de la que muchos sospechan amagó con imponer su tienda como la única disponible en Windows. Desde entonces muchas cosas han pasado, desde el fracaso de SteamOS y las Steam Machines hasta la revolución multipltaforma de Valve a través de Proton y su importante contribución a los drivers de AMD.
Sin embargo, nada de eso ha cambiado la caótica y heterogénea naturaleza de GNU/Linux, lo que termina siendo un obstáculo para unos usuarios de Windows y macOS acostumbrados a sistemas monolíticos (en su concepción), homogéneos y totalmente cohesionados. Si ya esto supone una barrera importante en el escritorio, cuando hablamos de juegos lo es todavía más. La gente empieza a tener una idea de las distribuciones y lo primero que hace es buscar “distribuciones Linux para jugar” en Google, un camino que muchas veces termina llevando hacia soluciones insatisfactorias.
Cuando un usuario busca “distribuciones Linux para jugar” en Google, al final puede terminar llegando a distribuciones que se venden a sí mismas como sistemas para jugar, pero que en el fondo son proyectos pequeños mantenidos por muy pocas personas. En consecuencia, el soporte ofrecido por esos proyecto puede ser deficiente y, en caso de encontrar un problema, el usuario se verá sin posibilidad de encontrar una solución, por lo que al final la conclusión que sacará será muy clara: Linux no sirve para jugar.
Por eso, siguiendo la línea de un vídeo publicado en el canal de YouTube Linux for Everyone, vamos a intentar arrojar cierta luz en torno a Linux Gaming y las distribuciones más recomendables para jugar. Para muchos las respuestas que vamos a dar posiblemente sean demasiado conservadoras, obvias y/o poco imaginativas, pero sinceramente, lo mejor para obtener una buena experiencia con los juegos es apostar por los gigantes, que son a fin de cuentas los que ofrecen un mejor soporte a todos los niveles. Así que si estás interesado en jugar desde Linux, estos son los sistemas que debes usar.
Hay que tener en cuenta que esta lista no es una clasificación, así que la primera no es la mejor ni la última la peor, ya que la elección de la mejor distribución es un camino que el usuario debe recorrer por él mismo.
Pop!_OS
Empezamos con la distribución de System76, la cual se basa en Ubuntu. Dicho con otras palabras, es poco más que una Ubuntu modificada, por lo que se beneficia de todo el soporte de terceros que hay para esta.
Pop!_OS es una distribución con un acabado estético singular, pero muy bien hecho, y que tiene entre sus principales valores el ser uno de los sistemas GNU/Linux más amigables con el controlador de NVIDIA, uno de los componentes más problemáticos de los que hay disponibles para el sistema Open Source. Además, el fabricante estadounidense se encarga de suministrar por él mismo el driver de NVIDIA, minimizando la configuración necesaria en ese frente.
Para AMD (Intel también, pero mientras sus gráficas dedicadas no estén en el mercado la dejamos fuera porque las integradas no dan para jugar a títulos AAA) el camino es un pelín más laborioso, pero con configurar la PPA Kisak debería de bastar para tener uno de los marcos más estándares para jugar en Linux, sobre todo porque Steam para Linux se desarrolla con Ubuntu en mente (esto no quiere decir que no funcione muy bien en otras distribuciones).
Ubuntu
La distribución GNU/Linux más popular no podía faltar en esta lista, y es que, como ya hemos dicho, lo mejor es apostar por los grandes si se quiere jugar con garantías con el sistema Open Source.
Poco más se puede contar ya del sistema que ha conseguido que Linux tenga presencia real en el escritorio. Además de tener una larga trayectoria en la que ha demostrado ser un producto fiable y confiable tanto en escritorio como en servidores, sigue siendo la que mejor soporte tiene por parte de terceros.
Desde hace más de dos años el acabado estético de Ubuntu se basa en un “GNOME Shell unityzado”, al que le añaden una barra lateral y para el que han portado algunos de los elementos presentes en Unity 7, como sus propias traducciones, el renderizador de fuentes y su propia herramienta de escalado para pantallas HiDPI.
Es recomendable para las gráficas AMD Radeon configurar la PPA Kisak y para NVIDIA la PPA Graphics Drivers. Para la primera una actualización estándar es suficiente para activar su soporte, mientras que la segunda se gestiona mediante el gestor de controladores.
Linux Mint
Y aquí otra derivada de Ubuntu, en esta ocasión con el entorno de escritorio (interfaz gráfica para los novatos) Cinnamon, que destaca por su disposición tipo Windows.
El tener una disposición del escritorio semejante al de Windows hace que Linux Mint sea más amigable para los que vienen del sistema de Microsoft. A esto se suma el hecho de que cuenta con muchas herramientas adicionales, entre ellas algunas que facilitan la instalación y gestión de componentes como NVDIA Prime, que puede terminar siendo esencial cuando se usa el sistema en un portátil con gráficos híbridos.
Por lo demás, más de lo mismo: Kisak para AMD Radeon y Graphics Drivers para NVIDIA.
Manjaro
La derivada de Arch Linux más popular se ha hecho un nombre entre los escritorios Linux gracias a que su desarrollo se ha sostenido en tres puntales comerciales: el saber qué producto querían ofrecer, a qué público querían llegar y el tener unos estándares de calidad definidos.
Arch Linux es una distribución para usuarios avanzados, pero esto no llega a Manjaro, que pretende ser todo lo contrario. Manjaro ofrece una instalación fácil mediante Calamares y preinstala muchísimas cosas, entre ellas los códecs, Steam y el driver de NVIDIA, por lo que el usuario puede empezar a instalar sus juegos desde el primer inicio sin perder tiempo en buscar en repositorios o Internet.
Otro de los principales valores es que es una distribución rolling release o de lanzamiento continuo. Esto quiere decir que, una vez instalado el sistema, el usuario obtendrá actualizaciones de manera permanente e indefinida en el tiempo, sin que necesite de volver a bajarse una imagen del sistema para actualizar mediante reinstalación.
Las actualizaciones también abarcan el kernel, que se encarga de suministrar el driver AMDGPU para la gráficas Radeon, y Mesa, el componente que suministra el soporte de las API OpenGL y Vulkan, así que tanto para NVIDIA como Radeon el sistema siempre tendrá de lo último para ofrecer el mejor soporte.
Por último, merece la pena destacar el uso por defecto de un kernel LTS, lo que otorga a Manjaro estabilidad y sobre todo confiabilidad a la hora de tratar con el driver de NVIDIA.
Fedora
La distribución comunitaria patrocinada por Red Hat se ha mostrado como uno de los sistemas GNU/Linux más automatizados que existen, pero antes de seguir vamos a dejar clara una cosa: no es amigable con el driver de NVIDIA. En otras palabras, Fedora solo es recomendable si se usa una gráfica AMD Radeon.
Aquí nos encontramos con una distribución con lanzamientos puntuales (point release), pero que por lo general ofrece un software bastante actualizado, incluido el kernel y Mesa. Esto, unido a la estupenda configuración de la versión de Steam suministrada por RPMFusion, hacen de Fedora un sistema muy fácil de configurar para gaming, además de estar muy bien posicionada para funcionar en hardware reciente.
Fedora ha experimentado una impresionante progresión en los últimos años, hasta el extremo que actualmente puede ser configurada totalmente para escritorio y juegos desde la interfaz gráfica, sin que sea necesaria la intervención de la consola de comandos. Si el usuario es capaz de adaptarse a su implementación base y pelada de GNOME Shell, encontrará un sistema con un mantenimiento muy escaso gracias DNF, la configuración lista para usar de Flatpak y su obsesión de centralizarlo todo en GNOME.
Arch Linux
Cerramos la lista con la distribución para usuarios avanzados más conocida que existe: Arch Linux. Obviamente, este sistema no es está orientado a novatos ni a quienes busquen algo desatendido y fácil de usar, pero hay razones de peso para incluirlo en la lista.
Lo primero, Arch Linux es una distribución rolling release y bleeding edge, por lo que se actualiza de forma continua e indefinida en el tiempo a la vez que suministra software muy reciente, incluidos el kernel Linux, Steam, Mesa y el driver de NVIDIA. Esto no solo le confiere capacidades para soportar los juegos más modernos, sino también para funcionar correctamente en hardware reciente.
La otra gran característica de Arch Linux es que se apoya en el principio KISS, así que el usuario parte de un sistema mínimo al que le puede ir añadiendo los componentes necesarios para jugar. De esta manera se consigue eliminar la presencia de elementos prescindibles, pero que la mayoría de distribuciones tienden a preinstalar con el fin de suministrar un correcto soporte para muchos contextos.
En resumidas cuentas, con Arch Linux se pueden concentrar los recursos del ordenador en la ejecución de los juegos, abriendo la puerta a mejorar su rendimiento e incluso rebajar los requisitos del sistema al tener menos procesos en ejecución. Eso sí, avisamos que esto no obra milagros frente a distribuciones hinchadas.
Conclusión
Como ya dijimos al principio, lo mejor para jugar en Linux es apostar por las grandes distribuciones, a pesar de que estas muchas veces no se vendan a sí mismas como sistemas para jugar, y es que una distribución popular y muy utilizada es sinónimo de un mejor soporte, tanto para lo básico como frente a las incidencias con las que uno se puede topar.
Por último, queremos cerrar recomendando la instalación de GameMode, la herramienta de Feral Interactive para mejorar el rendimiento de los juegos en Linux, que se encuentra instalada de manera predeterminada en distribuciones como Ubuntu y Fedora.
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