The Document Foundation ha anunciado el lanzamiento de LibreOffice 7.1 Community, la última versión de la popular suite ofimática Open Source dirigida a los usuarios finales.
LibreOffice 7.1 Community tendría que ser la edición que llegue a los usuarios de GNU/Linux y a los domésticos que ejecutan Windows o macOS. En comparación con el lanzamiento inicial de la versión 7, nos encontramos a nivel del conjunto con un nuevo diálogo para seleccionar el tipo de interfaz, una búsqueda mejorada del tamaño del papel colocado en la impresora para que coincida con el documento a imprimir, la muestra de todos los ficheros compatibles cuando se añade una extensión desde el correspondiente gestor, además de la actualización asíncrona de la vista previa de impresión para no bloquear la interfaz de usuario al ajustar la configuración en el cuadro de diálogo de impresión.
Después de comentar las novedades más destacadas que comparten todas las aplicaciones y herramientas de la suite, vamos a seguir con Writer, el procesador de textos y posiblemente la aplicación más utilizada. Writer incluye en su versión 7.1 un nuevo inspector de estilo para mostrar los atributos de los estilos del párrafo, el carácter y las propiedades formateadas manualmente; la posibilidad de configurar el ancla predeterminada para las imágenes incrustadas en un documento; la capacidad de detectar Unicode incluso en si el fichero importado no soporta Byte Order Mark (BOM); y un mejor rendimiento de las operaciones de buscar y reemplazar.
A Calc, la aplicación de hojas de cálculo, le han introducido nuevas opciones para gestionar con la tecla Enter las operaciones de pegado y para seleccionar elementos en la ventana de Autofiltro haciendo clic en la fila de todos los elementos, además de haberse mejorado de manera significativa el rendimiento del Autrofiltro y de las operaciones de buscar y reemplazar.
También se han incorporado la posibilidad de añadir firmas visibles a archivos PDF existentes en Draw, la capacidad de cambiar las animaciones para varios objetos a la vez en Impress y los botones de pausar, reanudar y salir en la pantalla del presentador de Impress.
Alejándonos del espectro del usuario común nos encontramos con las macros, que han conseguido con las bibliotecas de ScriptForge “una colección extensible y robusta de recursos de scripting de macros para que LibreOffice sea invocado desde los scripts de usuario escritos en Basic o Python.”
A pesar de que LibreOffice es el gran valedor del formato de documentos ODF, el verdadero dominador de la industria es el archiconocido Microsoft Office y su formato OOXML. Esto hace que la interoperabilidad con la suite del gigante de Redmond sea muy importante para The Document Foundation, así que LibreOffice 7.1 Community se encarga de avanzar en ese sentido, mejorando en Writer el soporte del manejo de las tablas, la gestión de los resultados de los campos almacenados en caché y añadiendo soporte de espaciado debajo del último párrafo del encabezado en los ficheros DOC/DOCX.
Más allá de LibreOffice 7.1 Community
The Document Foundation ha estado trabajando en los últimos tiempos para ser algo más que la desarrolladora de una suite ofimática Open Source al crear un Protocolo de Migración “para ayudar a las empresas que se trasladan de las suites ofimáticas privativas a LibreOffice”, basándose para ello en la implementación de una versión LTS de la familia LibreOffice Enterprise junto al trabajo de una consultoría de migración y capacitación proporcionada por profesionales certificados.
¿Hemos dicho LibreOffice Enterprise? The Document Foundation anunció el pasado verano de 2020 que buscaba un modelo de negocio más equilibrado, de ahí surgió una ‘Personal Edition’ de la suite ofimática que hizo saltar las alarmas debido a que muchos la percibieron como un intento de ofrecer un producto limitado que forzaría a pasar por caja para obtener funciones avanzadas.
Ante el revuelo generado, The Document Foundation tuvo que salir al paso para calmar los ánimos y dar marcha atrás en lo que se refiere a publicar una Edición Personal de LibreOffice. Sin embargo, esa rectificación no significó que la fundación abandonara sus intenciones de buscar un modelo de negocio más equilibrado.
The Document Foundation ha recomendado a las empresas utilizar la edición dirigida a ellas en lugar de la comunitaria debido a que el uso de la edición comunitaria dentro de las empresas ha generado las siguientes consecuencias negativas para el proyecto: “un mal uso del tiempo de los voluntarios, ya que tienen que dedicar su tiempo a resolver problemas de negocios que no aportan nada a la comunidad, y esto supone una pérdida neta para las empresas del ecosistema.”
“Esto ha sido un problema para la sostenibilidad del proyecto LibreOffice, porque ha ralentizado la evolución del software. De hecho, cada línea de código desarrollada por el ecosistema de empresas para sus clientes se comparte con la comunidad global, y esto mejora el producto y fomenta el crecimiento de la plataforma tecnológica de LibreOffice”. Con el fin de ofrecer un mejor soporte a empresas y organizaciones se ha creado LibreOffice Enterprise, que comparte con la edición Community el uso de la plataforma tecnológica de LibreOffice.
Veremos cómo le va a The Document Foundation en su andadura para ofrecer un soporte más ajustado a las empresas. Solo esperamos que eso no derive en el ofrecimiento de un producto de segunda para aquellos que han sido hasta ahora fieles usuarios de la suite ofimática Open Source, empezando por los de Linux y los domésticos que la han adoptado desde Windows y macOS.
Los que quieran obtener LibreOffice 7.1 Community pueden descargarlo desde la correspondiente sección en la web oficial, esperar a que llegue vía actualización en distribuciones rolling release como Arch Linux (donde por cierto ya está) o recurrir a la versión Flatpak alojada en Flathub, que es mantenida por la propia The Document Foundation.