Si le preguntas a cualquier usuario de PC cuál es su reproductor de vídeo o multimedia favorito, son muchas las probabilidades de que diga VLC, sin importar si usa Linux, Windows o Mac. Así ha sido y así sigue siendo, y es que VLC es el referente absoluto de su categoría desde hace muchos, muchos años y, por extensión, uno de los grandes referentes de éxito del software libre. Por eso nos detenemos este momento para celebrar su vigésimo aniversario.
Habida cuenta de la competencia que existía en el segmento de los reproductores multimedia hace un par de décadas, tiene mucho mérito lo conseguido por VLC, porque no tardó demasiado en posicionarse como una de las alternativas preferidas por el usuario medio de PC. Su gran baza, la que le valió el favor del público, fue el incluir de serie multitud de códecs, facilitando la reproducción de casi cualquier formato de audio o vídeo sin complicarse la vida.
A día de hoy, a pesar de que la guerra de los reproductores de contenidos locales ha desaparecido porque cada vez más gente lo consume todo por streaming, VLC mantiene su posición privilegiada de software de referencia y sigue siendo común verlo en PC, pero también en el móvil. Para Linux siempre ha estado ahí, aunque rara vez como opción por defecto, algo que está cambiando en distribuciones que usan KDE Plasma, que para eso VLC es una aplicación Qt.