Mismo titular, mil juegos más. Eso es lo que ha avanzado Proton de un año a esta parte. Un poco menos, en realidad, pues la noticia anterior la publicamos en abril de 2020. La cuestión de fondo, sin embargo, es que jugar en Linux es una actividad que cada vez tiene mejor soporte y aunque para el gamer de tomo y lomo puede no ser suficiente, lo es para la gran mayoría de mortales.
Como sabéis, Proton es el nombre del componente técnico de Steam Play, la capa de compatibilidad que integra el cliente de Steam para Linux (y macOS) basada en Wine que permite ejecutar juegos de Windows en Linux. Un componente cuyo desarrollo no ha parado en el último par de años y cuyos frutos pueden disfrutar cada más más usuarios. La noticia en esta ocasión es que se ha superado la barrera de los 7.000 títulos.
Es más: cuando decimos que Proton ya permite ejecutar más de 7.000 juegos de Windows en Linux, nos referimos a ejecutarlos con garantías de buen rendimiento y estabilidad, si no al nivel nativo de Windows, con la suficiente calidad como para que compense en muchos casos librarse del arranque dual o de tener que iniciar sesión en Windows para continuar una partida. El número total de reportes de los usuarios asciende a los casi 15.000 juegos.
Los datos se extraen de ProtonDB y la noticia la recogemos de Boiling Steam, donde siguen esta información puntualmente. Según cuentan, cada mes se suelen añadir en torno a 100 títulos nuevos al ‘catálogo’ de Proton con el máximo distintivo de calidad (Platino), por lo que se puede decir que el crecimiento es «saludable y constante». De hecho, de los juegos nuevos que salen para Windows, son menos del 20% los que ni siquiera arrancan.
Además, estos 7.000 juegos son aquellos que se ha comprobado de manera fehaciente que funcionan con el nivel requerido, pero pueden ser muchos más los que funcionen bien y que por no haber atraído la atención de la comunidad de Proton, no se hayan añadido a la lista.
Pero no todo es de color rosa, es cierto: sigue habiendo problemas con los juegos multijugador y de otro tipo por las protecciones antitrampas y DRM, dependiendo de las tecnologías empleadas en el desarrollo pueden funcionar mejor o peor en Linux, como lo pueden hacer en relación al hardware disponible… Pero si esto nos lo cuentan hace cinco años, no muchos se lo hubiesen creído.
Y si a esto le sumamos que siguen saliendo juegos nativos y que las plataformas de streaming están despuntando y solo necesitas un navegador para conectarte y jugar incluso con el equipo más modesto -siempre que la conexión acompañe, claro-… Podemos resumirlo en que la cosa va bien. Y esto es solo el principio, porque los avances de compatibilidad tampoco dejan de llegar.