Wine siempre ha sido considerado como una de las joyas de la corona del software libre, sobre todo porque es toda una obra de ingeniería inversa que permite ejecutar aplicaciones de Windows en sistemas Unix y tipo Unix, entre los que se encuentran GNU/Linux y FreeBSD.
Sin embargo, la interfaz de Wine nunca ha sido especialmente amigable para aquellos que no tienen unos conocimientos avanzados sobre cómo configurarlo. Ahí es donde entra en juego Bottles, que no es más que una interfaz sencilla que facilita el uso de Wine y que además pone a disposición reimplementaciones como Lutris y Glorious Eggroll.
Sí, la ejecución de videojuegos es algo que tiene bastante protagonismo en Bottles (o Botellas, como se muestra en castellano), cosa que no tendría que sorprender debido a que el impulso de las tecnologías multipltaforma ha reducido el protagonismo de Wine. Dicho con otras palabras, cada vez hay más aplicaciones con versión nativa y oficial para GNU/Linux, lo que ha centrado el uso de Wine en los videojuegos, si bien Bottles también ofrece soporte para aplicaciones “tradicionales” que suelen funcionar mediante ventanas.
En resumidas cuentas, Bottles es una aplicación relativamente sencilla y con un aspecto bonito que pretende facilitar el uso de Wine a los usuarios, permitiendo la descarga reimplementaciones como Lutris y Glorious Eggroll y distintas versiones de DXVK, el conocido traductor de instrucciones DirectX 9, 10 y 11 a Vulkan que es además uno de los componentes nucleares de Proton.
¿Cómo poner a Bottles (o Botellas) en funcionamiento?
El funcionamiento de Bottles es bastante sencillo. Cuando se abre la aplicación por primera vez se muestra la ventana bienvenida y empezará a descargar la última versión de DXVK que tenga a su disposición. En uno de los pasos de la bienvenida empezará a descargarse la reimplementación de Wine que se usará de forma predeterminada, la Chardonnay 6.8 en estos momentos.
Tras seguir los pasos de la bienvenida, el usuario puede crear su primera “botella” con la que podrá configurar un entorno basado en Wine para la ejecución de juegos, aplicaciones o realizar una configuración personalizada. Para añadir otras versiones y reimplementaciones de Wine hay que dirigirse a las Preferencias (Preferences) en la sección que permite seleccionar entre las “botellas” o pulsar sobre el icono del engranaje que aparece en la parte derecha de la sección “Runner” (ejecutor).
El usuario tiene acceso de manera sencilla a una buena cantidad de posibilidades de configuración de la botella (cada botella puede tener su propia configuración, dejando de esta manera la puerta abierta a crear entornos dedicados). Además de seleccionar la versión de Wine y de DXVK, puede habilitar el compilador ACO para las gráficas AMD Radeon, elegir la sincronización para mejorar el rendimiento, invalidar DLL e instalar dependencias como Visual C++ y versiones del framework .NET de Microsoft.
Por lo que vemos, Bottles no es en apariencia difícil de usar y permite al usuario realizar los cambios que crea convenientes de manera fácil y sencilla, aunque no termina de eliminar del todo la complejidad que Wine representa. Pese a todo, no se puede negar que su interfaz hace las cosas más amigables.
Instalando un juego con Bottles
Cubrir las particularidades de cada uno de los usuarios es algo inabarcable en un artículo como este, así que para mostrar las capacidades básicas de Bottles hemos decidido realizar una pequeña prueba que ha consistido en instalar The Elder Scrolls: Oblivion a partir de una copia física. Como es obvio, antes de proceder a la instalación del juego hemos creado una botella preconfigurada para la ejecución de videojuegos, de la cual hemos mantenido el Wine Chardonnay 6.8 suministrado por defecto y a la que hemos activado el compilador ACO debido a que hemos usado una RX 580 como gráfica.
Para iniciar la instalación de The Elder Scrolls: Oblivion hay que pulsar sobre el botón “Run .exe” de la interfaz de Bottles, en la ventana principal de la botella, y luego seleccionar el archiconocido fichero “setup.exe” ubicado en la raíz del DVD del juego.
Después la instalación se realiza de la misma manera que en Windows, con el famoso procedimiento basado en “Siguiente, Siguiente” y esperando a que se complete. Sin embargo, esto no descarta la posibilidad de tener que instalar dependencias de manera separada y de cambiar la versión de Wine para obtener un mejor funcionamiento.
Una vez instalado el juego, tendría que aparecer en la lista de aplicaciones instaladas junto con su mecanismo de desinstalación. El usuario solo tiene que hacer clic sobre el botón de ejecución que aparece a la derecha de la entrada de The Elder Scrolls: Oblivion (o el juego que haya instalado) para ponerlo en funcionamiento. En caso de requerir el medio óptico para funcionar, se puede crear una imagen ISO con alguna de las utilidades disponibles para GNU/Linux (K3B, Brasero… ).
Y terminamos el apartado mostrando The Elder Scrolls: Oblivion ejecutado en Fedora 34 Workstation con la versión Flatpak de Bottles, si bien reconocemos que el rendimiento y la estabilidad, a falta de realizar una investigación más profunda, eran muy mejorables.
Conclusión
Como vemos, Bottles es una interfaz más que interesante para ejecutar Wine sin grandes complicaciones. El hecho de que ponga a disposición Glorious Eggroll, Lutris y la instalación dependencias le da bastante atractivo, aunque posiblemente para algunos todavía se muestre algo verde.
Oficialmente Bottles se distribuye en los formatos Flatpak, AppImage, Deb y Snap. También está presente en los repositorios de Fedora en formato RPM y puede ser instalado en Arch Linux mediante AUR.
El uso de Bottles puede ser atractivo sobre todo para aquellos que estén interesados en ejecutar juegos en formato físico o que no están presentes en Steam, ya que la plataforma de Valve ofrece de por sí bastantes facilidades dentro de su ámbito, dejando además la puerta abierta a poder usar reimplementaciones como la mencionada Glorious Eggroll.