A pesar de arrastrar todavía ciertas carencias, el formato de paquetes Flatpak está mejorando de manera constante y poco a poco se está haciendo un hueco entre los usuarios de GNU/Linux. Dentro del espectro de Fedora, mediante Flathub compite con RPMFusion, ya que ambos repositorios ponen a disposición las mismas aplicaciones para muchos frentes, pero suministradas de forma diferente.
Desde hace muchísimo tiempo, la configuración de RPMFusion ha sido y sigue siendo algo imprescindible para los usuarios de Fedora, sobre todo si se pretende usar el sistema como un escritorio común o para videojuegos. Debido a que Fedora no suministra software privativo más allá del necesario para hacer funcionar el hardware, el usuario tiene que configurar RPMFusion para tener acceso a Steam, el driver oficial de NVIDIA, los códecs privativos y el descompresor UNRAR. El repositorio también pone a disposición aplicaciones Open Source que no son proporcionadas por Fedora, como OBS Studio, Kdenlive, DeaDBeef, Shotcut, SMPlayer y VLC.
Es obvio que la competencia de RPMFusion y Flathub se centra en las aplicaciones. Por un lado, las aplicaciones de RPMFusion ofrecen en teoría una mejor integración con el sistema debido a que están en formato RPM, pero Flathub tiene a su favor que, en casos como los de Kdenlive y Shotcut, las compilaciones son oficiales, mientras que las versiones de RPMFusion son recompilaciones ofrecidas por la comunidad responsable del repositorio. Dicho con otras palabras, nada de lo obtenido a través de RPMFusion es oficial, lo que puede terminar reduciendo la confianza que puede depositar el usuario.
Como usuario de Fedora Workstation y abierto defensor de Flatpak, tengo instalados tanto RPMFusion como Flathub. El primero lo uso principalmente por UNRAR, el soporte multimedia (códecs) y Steam, mientras que el segundo lo empleo para obtener de manera rápida y fácil la última versión de ciertas aplicaciones.
Sin embargo, con el paso de los meses y sobre todo desde que utilizo Fedora 34 Workstation, las aplicaciones en versión Flatpak me está están dando mejores resultados que sus contrapartidas de RPMFusion, sobre todo en lo que respecta a la multimedia. Aquí me centraré en los dos casos más evidentes según mi experiencia: Kdenlive y VLC.
RPMFusion Vs Flathub: Kdenlive
Kdenlive ha sido durante mucho tiempo mi editor de vídeo principal, pero la versión de RPMFusion siempre me ha parecido un desastre. En primer lugar, solo hay que ver lo mal que luce con el tema que se establece de manera predeterminada en GNOME, con letras e iconos blancos sobre fondos en gris claro.
Pero el aspecto estético de la aplicación no era lo peor, porque eso siempre se puede cambiar, sino los problema que me he encontrado con la sesión de Wayland. Algunas versiones de Kdenlive suministradas por RPMFusion son imposibles de iniciar en la sesión de Wayland, y además los submenús se muestran desubidados. Solo hay que ver la siguiente imagen, donde se puede apreciar que los distintos temas estéticos se muestran en el extremo izquierdo de la pantalla y no a la derecha de su correspondiente menú.
¿Y qué pasa con la versión Flatpak de Kdenlive? Parece que el ser una compilación oficial le da notables beneficios frente a la ofrecida por RPMFusion. El paquete proporcionado por Flathub nunca me ha ningún problema con Wayland, o sea, que los menús siempre están en su sitio y arranca correctamente todas las veces y a la primera, y además mantiene el estilo estético que tendría con KDE Plasma, haciendo que luzca realmente profesional. Otro aspecto a tener en cuenta es que la aplicación en formato Flatpak se nota más fiable, con menos bugs, o al menos percibo menos cosas extrañas mientras la utilizo.
Sin embargo, no todas son mejoras en la versión Flatpak de Kdenlive, porque por ejemplo la opción de poder apagar la computadora tras terminar el proceso de renderizado no funciona, al menos de manera predeterminada. Espero que esto cambie en un futuro próximo, ya que esa opción termina siendo útil cuando uno quiere irse a dormir y todavía tiene el proceso de renderizado a medias.
La mala experiencia que siempre he tenido con el Kdenlive suministrado por RPMFusion hizo en su momento me refugiara en Shotcut, pero viendo lo bien que funciona a niveles generales la versión Flatpak y lo profesional que luce, he decidido regresar al editor de vídeo de KDE para las humildes producciones que publico en mi canal de YouTube.
RPMFusion Vs Flathub: VLC
Durante años he usado SMPlayer como reproductor de vídeo predeterminado, pero desgraciadamente fue una de esas aplicaciones que han tardado en ponerse las pilas a la hora de soportar Wayland, así que me he visto obligado a refugiarme en algunas alternativas.
Primero usé Celluloid por un tiempo, sí, el reproductor de vídeo de Linux Mint, que en Fedora se puede obtener mediante RPMFusion. La verdad es que no me terminaba de convencer, así que no hace mucho decidí darle una oportunidad a la versión Flatpak de VLC, no sin desconfianza, porque el paquete suministrado por RPMFusion, en su configuración por defecto, ofrece una calidad de imagen muy pobre en la reproducción al menos en la sesión de Wayland.
Para mi sorpresa, la versión Flatpak de VLC se mostró bastante competente, mostrando una calidad de imagen claramente superior. Solo hay que ver las dos imágenes de abajo, en las que se puede ver una reproducción de la imagen mucho más pixelada en el paquete procedente de RPMFusion.
Después de dar tumbos durante años por mi transición a Wayland, por fin he encontrado un reproductor de vídeo que me satisface.
Fedora Vs Flathub: Yamagi Quake 2
Aquí cambiamos de tercio, ya que vamos a sacar a RPMFusion de escena para sustituirlo por los repositorios oficiales de Fedora.
Los repositorios de Fedora suelen tener versiones muy recientes del software presente para GNU/Linux, pero no siempre es así. Por ejemplo, todavía siguen presentes versiones antiguas de aplicaciones como el editor de vídeo Cinelerra GG y el cliente Yamagi Quake 2, por lo que estas muchas veces no cubren bien las necesidades actuales.
Para los que anden perdidos, Yamagi Quake 2 es un cliente de Quake II publicado como software libre. Lo único que pone a disposición es el motor, así que el contenido tiene que ser proporcionado mediante una copia del juego, aunque sea el CD original de 1997. Por otro lado, posiblemente la música tenga que ser convertida a formato OGG y las pistas renombradas.
La versión de Yamagi Quake 2 suministrada por Fedora está estancada desde hace tiempo en la versión 6, así que no se beneficia de las mejoras que se han ido introduciendo y además arrastra el fallo de que es difícil hacer funcionar la música, incluso realizando correctamente los pasos.
Por su parte, el Yamagi Quake 2 proporcionado por Flathub está en su última versión. Esto, aparte de facilitar la reproducción de la música debido a que los bugs están corregidos, permite hacer uso del renderizador de Vulkan incluido hace poco.
Conclusión
En este artículo me he limitado a mostrar lo más evidente y que puedo demostrar fácilmente, pero hay más casos, como que la calidad de la reproducción del audio por parte de la versión Flatpak de Audacious ha mejorado mucho en Fedora 34 Workstation y se ha puesto a la par del paquete RPM, probablemente por el cambio de PulseAudio por PipeWire implementado en dicho sistema.
Es interesante ver cómo poco a poco estoy delegando más cosas en Flatpak, aunque veo un frente en el que el formato de paquetes sigue sin ser muy competitivo: el de la programación (por culpa de los problemas de integración). Otro aspecto que he detectado es que no puedo arrastrar y soltar ficheros en Telegram, a pesar de que la versión Flatpak de dicha aplicación es oficial.
En fin, poco a poco, pero si todo sigue evolucionando, veo que el uso de RPMFusion podría limitarse estrictamente a los códecs, Steam y UNRAR en un futuro no muy lejano (debido a que Fedora actualiza Mesa constantemente, no necesito de la versión Flatpak de Steam).