Kalendar 1.0 es la primera versión estable de una de las aplicaciones de reciente hornada más interesantes que nos ha dejado el proyecto KDE en los últimos meses: una aplicación de calendario «independiente» que hará las delicias de los usuarios que anhelaban una solución de este tipo, similar a las que se incluyen por defecto en macOS o Windows.
Hablando de Linux y software libre, no obstante, Kalendar vendría a ser la respuesta de KDE a GNOME Calendar, que no fue la primera de su clase -elementary OS ya tenía una que a su vez era un fork de otra que había antes y que tampoco fue la pionera-, pero sí la que ha marcado tendencia por, precisamente, ofrecer una herramienta de este tipo similar a las que incluyen sistemas como los de Apple o Microsft, cabe repetir.
Pero ¿acaso KDE no tenía una aplicación de calendario ya? La tenía y la tiene. Lo mismo para con GNOME: KDE tiene KOrganizer, parte de la suite de productividad Kontact, y GNOME tiene la suite Evolution. Es decir, KDE ya tenía una aplicación de calendario «independiente» y que funcionaba relativamente bien. Entonces ¿a qué viene el desarrollo de Kalendar? A lo mismo que vino el de GNOME Calendar, se podría añadir.
Quien desee usar una aplicación de calendario «independiente» en GNOME o KDE puede hacer usando GNOME Calendar o Kalendar sin tener que ejecutar un monstruo como es Evolution o Kontact… en parte; de ahí que el calificativo de ‘independiente’ esté siempre entre comillas. Pero hay una razón más para ofrecer aplicaciones de este tipo de manera «independiente»: tanto Evolution como Kontact son desarrollos viejos, de interfaz desfasada y código difícil de actualizar.
En el caso de KDE, KOrganizer forma parte de Kontact, pero su interfaz es la que es, tanto si se usa como parte de Kontact, como si se usa de manera «independiente». Así entra en juego Kalendar, que no solo nos trae una interfaz moderna, pero totalmente apegada al estilo actual de las aplicaciones de KDE y el escritorio Plasma, sino que lo hace un poco al contrario de la filosofía tradicional de este, simplificando muy mucho las opciones disponibles.
Un vistazo a Kalendar
Pues bien, tras varios meses en el horno llega Kalendar 1.0, una primera versión que a la buena pinta suma un número importante de correcciones, principal diferencia entre esta y la anterior versión en desarrollo. Lo remarco, porque llevo unas semanas usando Kalendar y ya me conozco la aplicación bastante bien, aunque acabo de recibir esa 1.0 en KDE neon hoy mismo.
Sea como fuere, me sobra para darle un repaso que, ya que como sucedió con Kasts, me está encantando aun con sus deficiencias, porque apunta hacia el futuro de KDE. Al igual que Kasts, Kalendar está escrita con Kirigami, el framework para crear aplicaciones convergentes para PC y móvil. Pero no me refiero a esto con lo del futuro de KDE, sino a lo señalado antes: se agradece el refresco de la interfaz y la simplificación en la configuración…. ¡ojo!: siempre y cuando corresponda.
Dicho de otra manera: Kalendar cuenta en esencia con la mismas funciones de KOrganizer, pero modernizando la interfaz y reduciendo el número de opciones… ¡porque no hacen falta más!
Centrándonos en el tema, Kalendar es una aplicación de calendario que ofrece lo propio, un calendario con vistas mensual, semanal, de tres días, diaria y agenda o vista de planificación, según la han denominado… además de tareas.
Esto último hay que recalcarlo porque KOrganizer también incluye tareas, pero las de Kalendar están mucho mejor implementadas, especialmente a nivel de interfaz. Ergo, Kalendar no es solo una aplicación de calendario, también es un gestor de tareas con la posibilidad de ordenarlas por fecha de vencimiento, prioridad o alfabéticamente.
Otras funciones de Kalendar incluyen búsqueda de eventos y tareas y barra de órdenes, esto es, el HUD de las aplicaciones de KDE del que tendré que hablar con más detalle otro día, porque me da la sensación de que ha pasado bastante desapercibido y atesora una potencia nada despreciable.
En cuanto a las opciones aplicables a los eventos y las tareas, estas incluyen prioridad, fecha de vencimiento, zona horaria, repeticiones diarias, semanales, mensuales, anuales o personalizadas, ubicación asistida, descripción, recordatorios, archivos adjuntos… Bastante completo todo, la verdad.
De hecho, Kalendar 1.0 apenas agrega ninguna funcionalidad nueva, sino que se dedica a limar lo que ya había para ofrece una experiencia lo más estable posible, algo tan imprescindible como contar con todas las opciones del mundo. Por lo que he podido probarla, sigue teniendo que pulirse un poco, pero apunta maneras, y eso antes de recibir la versión de marras, que espero que lo mejore todo más si cable.
Llegados a este punto estaréis diciendo, «muy bien, pero a mi un calendario local no me sirve para nada», lo cual muy común en estos días. Aquí viene lo bueno, pero también lo malo de Kalendar, o la explicación de por qué es una aplicación «independiente», así entre comillas: Kalendar funciona sobre Akonadi, el «gestor de comunicaciones» de KDE. Esto es bueno, porque se trata de una gestión centralizada -lo configuras una vez y sirve para cualquier aplicación que use Akonadi- y goza de una buena integración con multitud de servicios…
… Y es malo, porque consume memoria como si no hubiera mañana. Pon por ejemplo que quieres gestionar desde Kalendar una cuenta de Gmail del trabajo… o no eso: simplemente quieres suscribirte a una cuenta para recibir los eventos que haya. Con eso basta para que a los entre 100 y 300 MB que ocupa Kalendar se le sumen otros tantos del servidor de Akonadi y sus distintos agentes, una base de datos… y conforme más le pidas a la aplicación, más recursos va a exigir el andamio.
Cabe matizar este extremo, porque mucha gente usa hoy en día servicios en línea para estas cosas y sí, el navegador soporta mucha carga con ellos, pero es una carga limitada -los servidores hacen gran parte del trabajo, el navegador solo ejecuta JavaScript y poco más- y momentánea. Pero no te equivoques: sucede lo mismo con GNOME Calendar, que bajo el capó funciona gracias a los servicios de Evolution.
Con todo, esto es lo que requiere disfrutar de una experiencia nativa. Y ha mejorado bastante a lo largo del tiempo, aunque bien podría mejorar más. Pese a ello y a diferencia de lo que sucede en GNOME con Evolution, Akonadi es un componente propenso a las sorpresas desagradables, lo que supone que puede ir perfectamente durante mucho tiempo y fallar de repente sin venir a cuento, arreglarse por arte de magia y vuelta a empezar.
Quizás diciendo todo esto te esté quitando las ganas de probar Kalendar, pero espero que no sea así. La aplicación merece la atención que se le brinde y aunque hay algunos detalles que retocaría aquí y allá, para ser esta su primera versión estable promete. De hecho, Kalendar todavía no es una aplicación de KDE Gear de ‘pleno derecho’, pero parece difícil que no termine siéndolo porque, seamos honestos, es lo que se lleva.
¿Te interesa probar Kalendar? Dependerá de la distribución que uses lo a mano que lo tengas: en KDE neon ya está disponible en los repositorios estables, en Arch Linux esta en AUR, en openSUSE se encuentra en los repositorios extra de KDE… Pero es muy probable que poco a poco se empaquete para todas las distribuciones KDE, o que no tarde mucho en llegar a Flathub o la Snap Store, o que se cree una AppImage ,así que solo hay que esperar.