Matthew Miller, líder del proyecto Fedora, ha expuesto en Twitter su punto de vista en torno a la situación de NVIDIA en Linux, aunque centrándose, como es obvio, en la distribución que representa.
Miller no dice nada realmente nuevo en lo que respecta a la situación de NVIDIA en Fedora, sobre todo si tenemos en cuenta que no es la distribución que mejor se lleva con el driver oficial del gigante verde. Sin embargo, este problema no es de ninguna distribución en particular, sino que afecta en mayor o menor medida a todo el ecosistema Linux debido a la forma de proceder de la compañía.
Posiblemente para sorpresa de algunos, Matthew Miller cuenta a título personal que no tiene nada en contra del software privativo, si bien lo encuentra, según sus propias palabras, “aburrido”, además de que es una perspectiva empleada por las empresas para guardar sus “secretos”. Por otro lado, se pone del lado de los usuarios diciendo que estos solo quieren que su hardware funcione, y es aquí donde nos topamos con la principal desventaja de NVIDIA frente a AMD e Intel.
El gigante verde tuvo el monopolio de la potencia gráfica en Linux durante muchísimo tiempo, cosa que le permitió imponer sus propias reglas. Sin embargo, todo ha cambiado desde el nacimiento de AMDGPU, el driver gráfico Open Source de AMD que forma parte del kernel Linux. Aquel punto de inflexión ha permitido a Radeon ponerse a la par de NVIDIA en rendimiento, añadiendo además algunas ventajas.
Gracias a que AMDGPU es parte de la pila gráfica estándar de Linux, no presenta problemas de integración y no requiere, al menos en un principio, de configuraciones adicionales. Esto quiere decir que Fedora ya incluye de manera predeterminada y a nivel de drivers todo lo necesario para jugar con una gráfica Radeon, algo que queda reforzado por el hecho de que tanto el kernel como Mesa son actualizados de forma constante en la distribución (esto se aplica a cualquier otra que suministre versiones recientes del kernel y Mesa).