Si ayer recogíamos el lanzamiento de Ubuntu 23.10, hoy nos hacemos eco de una cuando menos curiosa noticia: la de que se han tenido que volver a lanzar imágenes de esta versión, pues las primeras contenían «traducciones maliciosas«. Pero no te preocupes, porque ni se trata de un problema de seguridad ni, con casi toda probabilidad, te afectan a ti.
Contengo el término «traducciones maliciosas» con las comillas porque a lo que Canonical hace referencia es a un supuesto «colaborador malicioso«, quien había colado unas «traducciones con discurso del odio» mediante una herramienta de terceros, pero directas a la ISO. O así es al menos como se ha transmitido este asunto en un mensaje publicado en la cuenta oficial de Ubuntu en Twitter.