Me voy a desdecir. Hace mucho tiempo que no publicamos nada referente a herramientas para grabar ISO porque parece un asunto superado, y en cierta medida lo es: prácticamente cada distribución incluye su propia solución y al margen de esto las hay de terceros bien conocidas. Además, la gran mayoría de usuarios va sobrado con estas opciones. Sin embargo, Ventoy es otra cosa, de la que también quería hablar por estos lares desde hace mucho tiempo.
Me desdigo, pues, y es que la última vez que publicamos algo al respecto fue para hablar de Etcher, a la que califiqué como la herramienta definitiva para grabar tus imágenes de Linux. Me equivoqué, al menos en lo que a la gran minoría de usuarios se refiere. Usuarios como yo mismo y a buen seguro, muchos de vosotros, a los que nos gusta tener un pendrive bien acondicionado porque lo usamos a menudo, o simplemente por si acaso.
El principal valor de Ventoy es, como nos explicaban nuestros compañeros de MuyComputer hace años, el facilitar la tarea de arrancar múltiples sistemas operativos desde una unidad USB (el artículo otras alternativas, pero la más interesante de lejos es la que nos ocupa). En esencia, Ventoy funciona así: lo instalas en una memoria USB y ya puedes copiar ahí las ISO que quieras, pudiendo borrar y copiar de manera indefinida, sin la necesidad de reinstalar nada.
Básicamente, Ventoy permite ejecutar las imágenes de instalación que copies en esa unidad, como si de copiar la ISO en una carpeta del USB se tratara… pues de hecho, de eso se trata. El único límite es el espacio de almacenamiento disponible, pero como puedes borrar las ISO que se hayan quedado desfasadas, es instalar Ventoy una vez y echar millas: ahí puedes llevar las ISO de tus distros preferidas, herramientas de rescate, etc.
Lo cierto es que no recuerdo cuándo fue la última vez que formateé el USB que uso para estas cosas, pero como mínimo hace dos o tres años y no me ha fallado ni una sola vez. Siempre cabe la posibilidad de que fallos o corrupciones, pero si he vuelto a instalar Ventoy es solo para publicar este artículo, ya que en este tiempo la aplicación ha incluido muchas novedades.
Entre otras, Ventoy ofrece ahora interfaz gráfica (GTK/Qt) en Linux, algo que antes solo ocurría en la versión de Windows. En todo caso, existe una versión de la aplicación en formato LiveCD instalable desde ambos sistemas. ¿Cuál es la forma más sencilla de instalar Ventoy?
Cómo instalar Ventoy en un USB
La forma más sencilla de instalar ventoy es al estilo de Windows, con un doble clic en el ejecutable de turno. Primero, descarga la aplicación para Linux:
Después, descomprime el paquete y ejecuta el archivo «VentoyGUI.x86_64» (hay también versión para 32 bits, ARM y MIPS), para lo cual deberás introducir tu contraseña de administrador.
Una vez con la aplicación abierta podrás cambiar el idioma y en opciones, elegir si quieres «soporte de arranque seguro» (por lo general, lo quieres), el «estilo de partición» (cambia MRB por GPT) y, si no sabes muy bien lo que estás haciendo, no toques nada más.
Por defecto, Ventoy mostrará solo las unidades extraíbles que estén conectadas, pero fíjate bien que se va a formatear la correcta, porque todos los datos que haya ahí van a ser borrados. Esta interfaz ofrece asimismo la opción de actualizar Ventoy con un clic.
El proceso dura unos pocos segundos. Cuando haya terminado, el escritorio lanzará la petición de montaje.
Ventoy crea dos particiones en la unidad USB: una para el arranque seguro («VTOYEFI») y otra totalmente vacía en la que arrastrar y soltar las ISO. Ya lo tienes listo para usar.
Por supuesto, también se puede instalar Ventoy usando la terminal y el script de instalación que incluye el paquete o la interfaz web. La línea de comandos, eso sí, ofrece más posibilidades, como crear almacenamiento persistente o personalizar el aspecto del asistente. Para más datos, el readme del paquete y la documentación oficial.
Sin embargo, la mayoría de usuarios irá sobrado con las opciones comentadas: salvo para casos de uso concreto, la personalización es irrelevante y para usar almacenamiento persistente, mejor un USB dedicado a un solo sistema, que uno en el que vas a estar copiando y borrando archivos de manera más o menos habitual.
Por último, no puedoe terminar este breve repaso a Ventoy sin recordar que es una aplicación de código abierto y multiplataforma, disponible para Linux y Windows, además de en formato LiveCD. Toda la información y las descargas, en el sitio oficial de Ventoy.