Increíble pero cierto, se acaba de anunciar el lanzamiento de Amarok 3.0, la nueva versión del veterano reproductor y biblioteca música del proyecto KDE, seis años después de que la última estable viese la luz. Y aunque por aquel entonces Plasma 5 ya estaba bien asentado, Amarok no había dado el salto todavía a Qt5.
Lo hace ahora, que Qt6 y Plasma 6 son el nuevo estándar de escritorio y aplicaciones. Así, Amarok 3.0 es la primera versión estable del reproductor basada en Qt5/KDE Frameworks 5, y ahí radica el grueso del trabajo de este lanzamiento, cuyas novedades propiamente dichas, son escasas, contando con apenas tres añadido en la forma de pequeños ajustes. Pese a ello, se advierte de posibles problemas con algunos servicios de Internet cuyas API hayan cambiado «recientemente».
Se espera que los desarrolladores lancen a lo largo de los próximos meses actualizaciones de mantenimiento que resuelvan los cabos sueltos que han quedado por ahí, al tiempo que animan a la comunidad a colaborar con el proyecto como buenamente se pueda: con código, con documentación… Otra pega de este lanzamiento es que llega sin una mera compilación: solo el código fuente está disponible, por lo que habrá que esperar a que se facilite su instalación. Más información, en la nota oficial.
Muy representativo de este lanzamiento es, por cierto, el nombre en clave elegido: ‘Castaway’ (naúfrago), tema perteneciente a Man on the Rocks, uno de los últimos álbumes de estudio de Mike Oldfield (un discazo, dicho sea de paso). Cabe señalar que Amarok toma su nombre de otro álbum del músico británico, cuya influencia en estos detalles ha estado siempre ahí. Pero mira que tiene discos y temas para elegir y justo ese… Esperemos que además de representativo, no sea también premonitorio.
La intención de que no lo sea, al menos, está: los desarrolladores de Amarok no solo adelantan actualizaciones menores para este año, sino el comienzo del port de la aplicación a Qt6/KDE Frameworks 6, quizás con alguna versión previa para finales de año. Habrá que verlo, como habrá que ver el recibimiento de la que fuera una de las killer apps del escritorio Linux hace una década. La gran pregunta es si este regreso llega demasiado tarde.
No, ningún otro le ha quitado el puesto. Ha sido el mundo, que se ha movido en otra dirección: en una impulsada por los servicios de música por streaming, tan contraindicados, como convenientes al mismo tiempo. Pura contradicción, sí, pero… Por supuesto, nada de esto significa que Amarok y los reproductores de música en local no sigan teniendo su público, aunque este sea cada vez más pequeño. O eso es lo que parece.
Sea como fuere y a la espera de poder probarla como corresponde, bienvenido sea de nuevo Amarok, una aplicación a la que muchos le metimos fuego en su día.