Mesa 24.1 ya está disponible como la nueva versión estable de la pila gráfica que suministra los controladores del espacio de usuario, los soportes de OpenGL, Vulkan y OpenCL para ser más concretos de cara a aquellas personas que tienen menos conocimientos. Además de Linux, también es un componente con una fuerte presencia en los sistemas BSD y otros sistemas tipo Unix.
Desde hace tiempo no es extraño que un lanzamiento de Mesa no incluya una gran cantidad de novedades, ya que la pila ha logrado una madurez destacable en ciertos frentes. Sin embargo, la versión 24.1 sí ha traído cosas interesantes, empezando por el hecho de que NVK, el driver de Vulkan para Nouveau, ya está listo para el público general. Los responsables explican que “ahora se recomienda a los empaquetadores de distribuciones que incluyan Nouveau en la lista de ‘vulkan-drivers’ para que sus usuarios puedan tener la opción de usarlo en lugar del controlador privativo de NVIDIA”.
NVK es un componente que resulta muy necesario para dotar de soporte de Vulkan a Nouveau, el driver de código abierto presente en el kernel Linux encargado de soportar las gráficas de NVIDIA. Además de resolver una carencia y preparar a Nouveau para soportar Vulkan, ha despertado ciertas esperanzas en lo que respecta a ejecutar ciertos videojuegos no muy exigentes sin tener que emplear el driver oficial de NVIDIA.
La segunda novedad más importante de Mesa 24.1 es que el soporte de sincronización explícita está presente en todos los drivers de Vulkan tanto para Wayland como X11. La sincronización explícita, muy básicamente, promete mejorar el desempeño de los gráficos mediante la reducción del trabajo que tienen que hacer los drivers, ya que las aplicaciones podrán “contactar” con ellos de manera directa en lugar de tener que descubrir las dependencias de las tareas partir de una lista de comandos.
La sincronización explícita se ha convertido en una de las principales promesas para mejorar la experiencia de NVIDIA sobre Wayland, si bien aquí hay que meter el driver oficial de ese fabricante en la coctelera. Por otro lado, lo aportado por Mesa 24.1 es solo una pieza de todo el engranaje para que la sincronización explícita sea una realidad para los usuarios.
Cambiando de tercio, el driver de Vulkan para las gráficas de Intel, ANV, ha cambiado a un enlace de máquina virtual realmente asíncrono y Xe ha ganado soporte para el volcado de errores con el fin de que se puedan depurar los cuelgues de la GPU. No viene mal recordar que ANV es el principal motivo que ha llevado a que las gráficas dedicadas de Intel no hayan terminado de cumplir con las expectativas de los usuarios de Linux, pero a la compañía parece que no le corre mucha prisa el mejorar en ese frente.
El driver de OpenGL de Asahi para los SoC Apple Silicon ha alcanzado los soportes para OpenGL 4.6 y OpenGL ES 3.2, que son las versiones más recientes de las dos variantes de la API gráfica propiedad de Khronos Group. Esto quiere decir que Asashi Linux ya ofrece soporte completo de OpenGL al menos sobre el papel, así que por delante queda el reto de soportar Vulkan, que también es de Khronos Group y es una API mucho más moderna y que trabaja a más bajo nivel.
Y para terminar con las cosas importantes tenemos la incorporación de diversas extensiones de Vulkan, las cuales han a RADV (Radeon), ANV, NVK y/o Turnip (Adreno) dependiendo del caso.
Todos los detalles en torno a Mesa 24.1 están publicados en las notas de lanzamiento. Si se quiere obtener la pila sin tener que pasar por el tortuoso proceso de compilación, lo suyo es esperar a que llegue a modo de actualización a través de Flathub o los repositorios de una distribución bleeding edge, mientras que los usuarios de Ubuntu y derivadas tienen a su disposición los PPA fresh y stable de Kisak.
Terminamos recordando que Mesa es un componente cuya importancia ha crecido mucho desde la aparición de AMDGPU, a pesar de que se trate de un driver para el kernel Linux. Mesa ha pasado de ofrecer un soporte básico de aceleración por hardware para el escritorio a competir de tú a tú con Windows a la hora de ejecutar videojuegos triple A de última generación, lo que ha hecho que su actualización sea incluso más importante que la del kernel en algunos contextos, principalmente relacionados con los videojuegos y tareas que se apoyan fuertemente en la GPU.