KDE Linux. Todavía no ha pasado. Relax. Pero la intención es que pase. Que KDE tenga su propia distribución oficial… con el permiso de KDE neon, a la que sus responsables siguen sin considerar una distribución, aunque a todos los efectos lo sea.
KDE Linux, sin embargo, sí se presenta como «un sistema operativo propio«; una distribución de propósito general «diseñada para que la use cualquier persona, desde desarrolladores de KDE hasta usuarios y proveedores de hardware» de la que desde hace unos días se está hablando en los círculos comunitarios del proyecto KDE, con opiniones encontradas.
Con nombre en clave ‘Proyecto Banana’, KDE Linux será una distribución de tipo rolling-release con base en Arch Linux, pero con un enfoque inmutable, con actualizaciones atómicas y sistema y aplicaciones separados, apoyándose en Flatpak, pero también en Snap. Y si aún así falla algo, el sistema de archivos Btrfs y las instantáneas harán fácil la recuperación.
¿Suena ambiciosa la iniciativa? Pues hay más: aspiran a ofrecer un sistema de compilaciones reproducibles (ojo, que sería el primero), por supuesto con Wayland por defecto… Pero también tiene sus contras y más destacado, o al menos el que más está dando de que hablar y no en su favor, como es el soporte de controladores privativos de NVIDIA de manera accesible, un lastre del que muchos usuarios no se pueden librar (pero para eso está KDE neon).
Toda la información sobre KDE Linux se encuentra disponible en la wiki del proyecto, incluyendo los enlaces a las primeras imágenes de prueba, nada amigables para con quien solo desea echar un vistazo y nada recomendables para quien busque una plataforma de uso para el día a día, lo cual es normal porque apenas acaba de darse a conocer (fue uno de los temas tratados en la pasada Akademy 2024).
La pregunta que suscita este KDE Linux es la misma que nos hicimos en su día con KDE neon, y no es una cuestión de cosecha propia, sino más bien generalizada: ¿es este otro mal precedente?. A buen seguro que habrá opiniones para todos los gustos, así que ya os daré la mías más adelante. Mientras tanto os cedo la palabra.