La semana pasada podíamos leer de parte de Chris DiBona que “Android [era] el sueño de Linux hecho realidad”, aludiendo al gran éxito que ha tenido el pequeño androide verde. Pero parece que ese éxito le está pasando factura, y es que cuando las grandes compañías de software se ven sobrepasadas por su competidor al parecer cambian a los programadores por abogados y deciden llevar la batalla a los tribunales.
O al menos eso es lo que reclama Eric Schmidt desde un congreso de móviles en tokio ya que últimamente se han multiplicado los problemas para este S.O. de código abierto por el tema de las patentes que ahora están focalizadas en HTC (a quien Apple ya le ganó 2 de 10 sus demandas), LG y Samsung.
Pero lo más preocupante es lo que ocurre en casos como el de Samsung, donde el demandante (Microsoft en este caso) está intentando obtener «un trozo de la torta» de la venta de sus últimos móviles, recordemos que esto ya lo esta haciendo con HTC a quien le cobra 5 dólares por cada teléfono Android vendido, y ahora busca sacar de Samsung 10 dólares por cada móvil que venda con este S.O. y algo similar buscan Apple y Oracle, este último por ejemplo aspira a ganar USD 15 por cada copia de Android.
El problema de todo esto es que si Android empieza a perder los litigos que tiene en su contra, fácilmente podría encarecerse tanto, sino más, que un S.O. licenciado y eso dejaría de ser atractivo para los fabricantes que de hecho, ya están buscando alternativas al S.O. auspiciado por Google y lo «curioso» de esto es que una de ellas es precisamente Windows Phone 7, por otro lado algunos comienzan a pensar en desarrollos propios y lamentablemente pocos, al parecer, están mirando al que sería una perfecta alternativa de código abierto, MeeGo.
Puede que muchos de los casos que afectan a HTC, LG y Samsung se deban a desarrollos superficiales de estas compañías, cosas que al fin y al cabo pueden ser solucionables en el corto plazo, pero los problemas internos de Android no, y no se debe a que Google haya empleado un modelo de desarrollo de código abierto simplemente, sino que se tomó la libertad de emplear mucho código a destajo y traspasar eso a la plataforma trayendo consigo una compilación de problemas legales, que por ahora empiezan a comprometer su futuro.
De momento habrá que esperar y ver. El problema de las patentes es de nunca acabar y es que, más que una medida protección de algo, son usadas principalmente como armas contra «todo aquello que se mueva». Sin embargo, si se sabe que el juego es así, creo que se debió emplear un modelo de desarrollo verdaderamente abierto o al menos de una fuente libre como MeeGo. Lo más malo de todo esto es que los nuevos avances tecnológicos al parecer ya no se verán en nuestros telefonos y gadgets, sino en un frío fallo de una corte de justicia :S