Lo contábamos ayer: Linus Torvalds, creador y jefazo del desarrollo del kernel Linux, había vuelto a maldecir en finés -porque el inglés se le quedaba corto- a un desarrollador que envió algo que no debía enviar. El qué es lo de menos, pero metió la pata, y Linus no perdona una. Como de costumbre, pues, se puso a insultar. Y hay quien le ha dicho basta.
En Ars Technica resumen lo sucedido: la que ha intentado pararle los pies a Linus ha sido Sarah Sharp, empleada de Intel y desarrolladora del kernel Linux desde hace años. :
¿En serio, chicos? ¿Es esto lo que necesitamos para conseguir mejorar? Linus Torvalds está abogando por la intimidación física y la violencia.
No es «jodidamente» guay. La violencia, ya sea intimidación física, amenazas verbales o abuso verbal no es aceptable. Mantengamos la profesionalidad en las listas de correo.
Vamos a discutir esto en el Kernel Summit donde al menos uno puede gritar al otro en persona. Sí, tratad de gritar me sobre esto. Voy a rugir de vuelta, más fuerte, por todas las personas que pierden su voz cuando les gritan los principales mantenedores. No voy a volver a ser la chica dulce nunca más.
¿Qué ha respondido Linus a lo de que es un «abusador verbal»? ¿Lo admite?:
Sí. Y lo hago en parte (principalmente) porque es lo que soy, y en parte porque sinceramente detesto ser sutil o «bueno».
El hecho es que la gente necesita saber cuál es mi posición sobre las cosas. Y no puedo decir solo «por favor no hagas eso», porque la gente no va a atender. Yo digo «en Internet, nadie puede oírte si eres sutil», y lo digo en serio.
A partir de ahí Torvalds comenta que en el pasado ha intentado ser más políticamente correcto, pero que no le ha funcionado, para irse luego un poco por las ramas «rebatiendo» uno de los argumentos de Sharp sobre herir diferentes sensibilidades culturales, pues en las lista de correo del kernel hay mucha gente de diferentes puntos del globo, y no le sienta igual un insulto a «uno de allí» que a «otro de allá».
Ahí es cuando Linus hace una cabriola para pedir respeto por su cultura, ya que Finlandia es un país pequeño, por lo tanto pertenece a una minoría, y en su cultura está el maldecir. El «maldecidor finlandés», no obstante, tiene una respuesta más apropiada respecto al tema de la profesionalidad:
Si tú quieres que yo actúe de «manera profesional», puedo decirte que no estoy interesado. Estoy sentado en mi oficina de casa en albornoz. De la misma forma que no voy a comenzar a llevar corbata, tampoco voy a entrar en el mundo de la cortesía falsa, la mentira, las políticas de oficina, las puñaladas en la espalda, la agresividad pasiva y las palabras de moda. Porque ESO es en lo que resulta «actuar profesionalmente»: la gente recurre a todo tipo de cosas realmente desagradables porque se ve forzada a mostrarse de cara al exterior de manera antinatural.
Tenéis la conversación original -en la que están involucrados otros desarrolladores- para sacar más datos a este asunto, si es que os interesa. ¿Tirará la toalla Sharp frente a Torvalds? Si algo ha quedado claro es que Linus no tiene intención de cambiar, y la historia que arrastra no da pie a esperar sorpresas en este sentido.