Debian se encuentra en una encrucijada técnica en aras de sustituir el sistema de inicio utilizado hasta ahora por la distribución, SysVinit, por algunas de las dos alternativas que más han calado en el ecosistema GNU/Linux, Upstart y SystemD. Alternativas tan polarizadas como lo está el comité técnico de Debian, a juzgar por lo que cuentan en Phoronix.
Explicando un poco la cuestión, el sistema de inicio -en este caso, porque hay varios- viene a ser el primer proceso que se ejecuta en el arranque del sistema tras la carga del kernel, y se encarga de gestionar el resto de procesos que siguen hasta que el sistema operativo es plenamente funcional.
Así, mientras que Red Hat apuesta por un desarrollo que ha controlado desde el principio, SystemD, adoptado por distribuciones como openSUSE o Mageia y auspiciado como estándar por FreeDesktop.org, la oposición más férrea la tiene nada menos que en Ubuntu y su Upstart. De hecho, hace poco recogíamos declaraciones de Mark Shuttleworth al respecto, considerando a SystemD como «sumamente invasivo y difícilmente justificable».
Pues en Debian están en esas, elegir un sustituto entre estas dos alternativas, y no parece que el consenso vaya a ser sencillo de conseguir, ya que en ese comité técnico hay empleados de Canonical, precisamente, desarrolladores ligados a Upstart, y las posturas están divididas.
Debian, además, no es una distro cualquiera, tiene compatibilidad con muchas arquitecturas diferentes y soporta diferentes núcleos, por lo que este es un factor clave a la hora de determinar una solución por encima de otra, y es que intentar dar soporte a dos sistemas de inicio no se considera factible. Será SystemD o Upstart… ¿O tal vez se inventen algo propio? No sería la primera distribución en tomar ese camino.
Asuntos técnicos que dejan entrever ese lucha sorda de poderes en el ecosistema GNU/Linux de la que hemos hablado recientemente.