Nos tomamos un breve descanso con los tutoriales para volver a hablar del Mountain Steel 20, una máquina de altas prestaciones que por sus propias características es de sobresaliente, pero que en última instancia me dejó con la sensación de no haber elegido correctamente. Recapitulemos:
- Un poco a contracorriente, escogí comenzar la zona Mountain con una workstation, un equipo de sobremesa enfocado a un tipo de cliente profesional.
- Como no podía ser de otra manera -con «barra libre» a mi disposición- me fui a por la versión Pro, la más cara y potente y aún así la mejoré.
- Una configuración de ventilación inadecuada hizo el resto.
Pero como apuntaba en la que parecía iba a ser la despedida del Steel 20, un equipo como este, diseñado para trabajar y ampliar a placer, merecía una «revisión». Así que aprovechando la situación y que los ordenadores de Mountain permiten configurar algunos componentes, les volví a pedir un Steel 20, salvo algún detalle, con la configuración exacta con la que me lo compraría para mí… intentando equilibrar euros y hardware.
En su versión básica el Steel 20 cuesta 655 euros, lo que supone un ahorro de 514 euros respecto a la versión Pro. Pero tampoco quería prescindir de ciertos requisitos que considero indispensables en una máquina nueva, por lo que la configuración exacta de «mi» Steel 20 quedó como veis:
- Procesador Intel® Core™ i5 4460
- Placa base ASUS H97M-E
- Disipador Silent Socket 1150 (+19,61 €)
- 8GB – 2x 4GB DDR3 1600
- SSD Crucial M500 120GB*
- Disco duro 1TB 3,5″ (+56,02 €)
- GPU Intel HD4600 de 1,7GB DDR3 (Memoria compartida sistema)
- Grabadora DVD
* En un cambio de última hora Mountain ha reemplazado las unidades SSD de 120 GB (Crucial) y 128 GB (Toshiba) por modelos de las mismas marcas con el doble de tamaño prácticamente sin que se note en el precio. Por lo tanto, la unidad SSD que habría escogido sería la SSD Crucial MX100 256GB (+44,71 €).
Para quien lo quiera diseccionado, unas capturas:
Precio final incluyendo IVA, 775,34 € (-394 euros comparado con la versión Pro). ¿Por qué esta configuración? A veces, menos es más.
De lo primero que me di cuenta es de que no era preciso irse directamente a por la versión Pro porque, repito, es un PC para trabajar, y son muchos los supuestos para los que no se requiere una gráfica dedicada. Con la Intel integrada, a pesar de quitarle memoria RAM al sistema, el rendimiento es excelente para tareas corrientes de escritorio y multimedia, e incluso para jugar a un buen número de títulos modernos con la calidad suficiente.
Además, la Nvidia GTX 760 2GB GDDR5 (+268,55 euros) que ofrece por defecto la versión Pro es una opción válida para jugar, mientras que para tareas de diseño 3D o cosas por el estilo se puede quedar un poco corta; en este caso, está la posibilidad de subir hasta una Nvidia Quadro K2000 2GB GDDR5 (+448,54 €) o una Nvidia Quadro K4000 3GB GDDR5 (+864,79 €).
En este punto cabe mencionar que, de nuevo dependiendo de a qué se destine el equipo, puede ser más interesante y fructífero doblar la memoria RAM (+73,54 €). Y siempre hay tiempo de ponerle una gráfica dedicada.
En cuanto al almacenamiento, aunque sea la mitad de espacio, la diferencia de precio entre el disco duro híbrido de 500 GB que incluye de forma predeterminada la versión básica del Steel 20 y la unidad SSD más barata que hemos visto, no vale la pena perder ni un instante en la decisión: SSD sin duda alguna, y si hace falta más almacenamiento, un HDD secundario; si ya lo tienes, lo quitas y te ahorras 56 euros (1TB).
Por si alguien se pregunta qué tal las SSD Crucial en Linux, exactamente el mismo modelo -pero de 128 GB- que ofrece ahora Mountain pasó por las pruebas de Phoronix hace poco con muy buenos resultados.
Concluyendo, la nueva configuración contempla un procesador más modesto que la versión Pro y un disipador para la CPU más silencioso, sin nada de ventilación en las tapas laterales, lo que se traduce -ahora sí- en… silencio, exacto; apenas un leve rumor de fondo. Y no, el equipo no pasa calor.
A la espera de pasar al Steel 20 por alguna prueba de estrés, especialmente en el apartado gráfico, la sensación que me queda en esta «segunda vuelta» es bastante más satisfactoria. Me sigue sin convencer las entradas USB en la parte superior y el tamaño del aparato (ver especificaciones), pero si lo primero podría tener solución, lo segundo está implícito en este tipo de máquina.
Continuará…