Si en mi primera revisión describía el Aquaris E4.5 Ubuntu Edition como una pieza de coleccionista con sus luces y sus sombras, entendiendo estas últimas por lo pionero del proyecto, me faltó mucho por contar. Es difícil desligar el sistema del dispositivo porque el tándem que forman es único, ha sido adaptado para ese propósito y por ello las referencias al terminal de BQ van a continuar siendo inevitables. Sin embargo, Ubuntu se merecía un artículo un poco más a fondo y aquí está.
Confieso, antes de comenzar a pelar, que aun intentando ser objetivo, tengo mis inclinaciones. Lo que significa, por ejemplo, que siempre estaré dispuesto a otorgar el beneficio de la duda a un proyecto como Ubuntu, basado en software libre y con sobradas muestras de solvencia. Pero eso es una cosa y omitir la realidad es otra muy diferente. Por lo tanto, si bien deseo que Ubuntu se desarrolle lo mejor posible, la realidad es que necesita madurar mucho y rápido, si de verdad quiere proponerse como alternativa a Android.
Android, sí. Ubuntu no compite en móviles con iOS, Windows Phone o cualquier otro. Compite con Android o, más bien, se postula como alternativa a éste. Guste o no, Android es Open Source y no hay excusas que valgan con Google de por medio: ahí están Amazon, CyanogenMod o el incontestable Replicant OS para corroborarlo.
Pero estamos aquí para hablar de Ubuntu y a eso vamos, diseccionando el sistema en las partes que al usuario atañen.
Pantalla de bloqueo
La pantalla de bloqueo es uno de los elementos distintivos de Ubuntu y, de hecho, BQ ha puesto a la venta fundas para el Aquaris E4.5 Ubuntu Edition especialmente adaptadas al omnipresente círculo. El círculo es un detalle bonito, curioso, pero de escasa utilidad: muestra avisos con diferente información, complementando de alguna manera las notificaciones. Para pasar de aviso en aviso hay que pulsar dos veces. ¿Es necesario presentar este tipo de información en la forma en que lo hace Ubuntu? Yo creo que no, pero como he dicho, no deja de ser un detalle y por lo menos tiene estilo (por cada notificación pendiente aparece una bola flotando…¡!).
Manejo gestual
El tan comentado manejo gestual de Ubuntu en smartphones es… tibio. Es intuitivo y sencillo hacerse con él, pero no aporta ninguna innovación. Los tres gestos básicos son -atención a las negritas- deslizando un dedo desde el borde de la pantalla:
- De izquierda a derecha se muestra el panel lateral típico de Unity.
- De derecha a izquierda se muestran las aplicaciones en ejecución.
- De arriba abajo se muestran las notificaciones e Indicadores.
Adicionalmente algunas aplicaciones permiten, deslizando de abajo arriba, mostrar su configuración o desplegar el teclado.
Pero, ojo, porque no es lo mismo deslizar el dedo desde el borde, que hacerlo a partir del borde. Así, otros gestos básicos serían, dentro de las aplicaciones:
- De derecha a izquierda o viceversa, cambiar entre vistas.
- De arriba abajo, actualizar la información.
Hay más gestos puntuales, pero estos son los principales. Personalmente me hubiera encantado ver un poco más de audacia, por ejemplo, con gestos que reemplazasen los botones de anterior / siguiente y permitiesen una navegación gestual completa dentro de las propias aplicaciones. Quizás en un futuro.
Ahora, la pregunta es: ¿es más fácil o rápido deslizar un dedo de un lado a otro que pulsar un botón?
Lanzador
Del borde izquierdo, decía, aparece el panel lateral, el lanzador de aplicaciones por excelencia de Unity, pero al revés de como lo hace en PC, con el botón de Ubuntu en la parte inferior. Pulsarlo nos llevará al «escritorio» por defecto, que en este caso es la vista de scopes. Su funcionamiento es simple cual botijo: cualquier aplicación que se ejecute saldrá ahí; para ordenarlas, fijarlas o desfijarlas, basta con mantener la pulsación un par de segundos.
¿Utilidad? Relativa. De nuevo, no veo mejoras al método de cajones de aplicaciones de Android, por compararlo con algo conocido. Y si tienes muchas aplicaciones, más en Ubuntu, que tira de aplicaciones web para casi todo, diría que es incluso peor, más lento y menos eficaz.
Me gusta el camino emprendido por Ubuntu con Unity 8, unificando la experiencia de usuario sin importar el dispositivo en el que se emplee el sistema. Pero tengo serias dudas de lo idóneo que resulta trasladar un elemento como el lanzador, diseñado en su momento para aprovechar mejor el tamaño de las pantallas panorámicas de PC, a un dispositivo de tamaño reducido cuyo uso es por lo general en posición vertical. Yo, lo siento, no lo veo.
Indicadores y notificaciones
Desde el área superior, al igual que sucede en Android, es posible acceder a las notificaciones, así como a varios apartados de configuración rápida: orientación de la pantalla, archivos recientes, ubicación, conectividad, batería, fecha y hora, etc. Para moverse entre apartados basta con deslizar el dedo en una u otra dirección, tanto en la parte superior como en el borde, que sirve para desplegar la «persiana».
Siendo efectivo, se me antoja como un método algo «rústico», comparado con lo que ofrecen los sistemas actuales. Y sin embargo no es este el punto urgente a pulir. Son las notificaciones, bastante deficitarias, las que necesitan de atención: las hay que no suenan y las hay que ni siquiera están implementadas en sus respectivas aplicaciones.
Aplicaciones
Cuentas en línea
Antes de pasar con las aplicaciones conviene mencionar las cuentas en línea, que como en el PC sirven para integrar servicios de terceros. La primera e imprescindible es la de Ubuntu One, porque sin ella no es posible actualizar o instalar nuevas aplicaciones, entre otras cosas. Están también Evernote, solo para recordatorios; Flickr e Instagram, para fotos; Facebook y Twitter para redes sociales, incluyendo notificaciones de mensajes; y Google, que facilitará la integración de los contactos y acceso a Gmail.
Aplicaciones nativas y web
Las aplicaciones nativas son, en un principio, las más completas. Las necesidades básicas -mensajes, contactos, cámara, galería de imágenes, etc- están cubiertas, con una dolorosa excepción: no hay cliente de correo electrónico disponible por ningún sitio*. Epic fail.
Por defecto solo hay una aplicación para Gmail que de nativa no tiene nada: es, ni más ni menos, una webapp de la versión para móviles del servicio, que para más inri no es accesible sin conexión a Internet. Se salva del desastre total por las notificaciones. Y la barra superior, que se supone debería unificar la experiencia de usuario del ecosistema en la nube de Google, no cumple con su cometido, pues hay aplicaciones que se integran en esa webapp, véase Gmail o Calendar, las hay que no, es el caso de Drive o Google+, para las que automáticamente se abre el navegador web.
En la tienda de Ubuntu se pueden encontrar más aplicaciones web para Gmail, para Outlook o Yahoo Mail; hay incluso una que tiene soporte para Gmail y Yahoo Mail (iMail). Más les vale a los desarrolladores de Ubuntu ofrecer cuanto antes un cliente de correo de verdad, porque lo de ahora no es de recibo. ¿Será Trojita el elegido? El que sea, pero ya. Se comentaba en las fechas previas al lanzamiento del Aquaris E4.5 Ubuntu Edition que la gran ausencia era WhatsApp, pero como yo no lo uso, me ha sido indiferente. La falta de un buen cliente de correo electrónico en condiciones, en cambio, sí me ha parecido digna de anotar.
En las labores de mensajería instantánea está Telegram, que sí es una aplicación nativa y… no, desafortunadamente, no funciona como debiera: cuelgues, imposibilidad de desplegar el teclado para escribir un mensaje, características sin soporte… Según le dé. Otro suspenso, me temo, que solo se salva de la quema porque recibe actualizaciones constantes, con lo cual se entiende que «están trabajando en ello». Habrá que tener paciencia.
Nos vamos a quedar con estas dos referencias, Gmail y Telegram, para que no se alargue en exceso el artículo, aunque podría añadir alguna más a modo de ejemplo, como el calendario (Calendar), que dice sincronizar datos con Google, pero no lo hace; no obstante, esta es la tónica más o menos generalizada: mucha aplicación básica, mucha webapp y todo un reto el que tiene por delante Ubuntu en este campo, si es que quiere sacar cabeza.
Por supuesto, no he probado todas las aplicaciones disponibles, entre las que se cuentan muchos, muchos juegos, por lo que es posible que haya excepciones. Pero es que ni siquiera entre las aplicaciones predeterminadas hay apenas qué resaltar, en el buen sentido: los reproductores de música y vídeo quizá son, en su sencillez, de lo más resultón del conjunto… Bueno, y el gestor de archivos y la terminal, menciones de honor para estos dos.
Scopes
Ahora sí, toca explicar qué son las scopes, los ámbitos de Ubuntu, y lo cierto es que no es fácil. A grandes rasgos son como una evolución útil de la lenses o lentes del Dash o tablero de Unity… (¿aporta algo traducir los conceptos?), lo que significa que no son solo «ámbitos» de búsqueda, sino que permiten una mayor interacción, casi al nivel de lo que podemos esperar de una aplicación corriente.
Las scopes son una idea a desarrollar que ya está dando sus frutos y el Aquaris E4.5 Ubuntu Edition enfoca su experiencia de usuario en ellas, reemplazando la pantalla tradicional por una serie de scopes configurables pero inamovibles. Así, cuando desbloqueas el teléfono te encuentras con una lista de «tarjetas» de diversa índole, algunas muy interesantes, otras redundantes y prescindibles a todas luces.
Pongamos ejemplos:
Hoy
Hoy es hoy, una scope de productividad: da información que puedes configurar con la previsión metereológica, los eventos del calendario, llamadas recientes, mensajes, noticias, etc. Extrae los datos de las fuentes disponibles y como pantalla de bienvenida, en mi opinión, está muy bien lograda.
NearBy
NearBy es otra aportación interesante, y es que esta scope hace las veces de guía turístico en tiempo real mediante geolocalización. Es como la antesala a HERE, los mapas de Nokia que también usa Windows Phone (de los que no he comentado nada porque repiten el error de engancharse a Internet para todo, aunque cumplen con su cometido por encima de la media).
Aplicaciones y Tienda Ubuntu
El cajón donde se muestran todas las aplicaciones y la misma tienda de Ubuntu para buscar e instalar nuevas aplicaciones es también una scope y no se me ocurre qué más añadir salvo… limitación total: lo que ves es lo que hay y no se puede tocar.
Noticias, Música, Vídeo, Fotos
Scopes de contenidos hay muchas. Por defecto están las de noticias, música, vídeo y fotos, y son el ejemplo perfecto de redundancia al que me refería. Excepto la de noticias, el resto se nutre, además de fuentes en línea, de archivos locales y pretenden ser una vista centralizada. Buena idea, de no ser porque en la mayoría de casos son un mero trámite: las noticias son titulares, para leerlas se abrirá el navegador; la música o vídeos de servicios en línea lo mismo; las fotos sí puedes verlas, claro.
Probé más scopes. Una para Gmail, de terrible diseño, pero que incluso permitía responder a los mensajes y este «detalle» es el que le otorga valor, ya que si lo que importa es solo recibir y responder, esta scope sería perfecta. Cuando se expriman las scopes, veremos.
Aparte, me fijé en que muchas scopes son de sitios web, pero exceptuando aquellos que dejan sus feed completo, son de nuevo un cascarón con el que llamar al navegador web. ¿Tiene sentido esto? En uno de los comentarios alguien nos pedía una scope o webapp de MuyLinux, no recuerdo con exactitud cuál, y mi respuesta no puede ser otra que esta: MuyLinux ofrece el feed completo, por lo que con cualquier lector RSS lo tienes hecho; y para qué quieres una webapp de un sitio web que está disponible como web… Le hacemos un favor a Ubuntu y todos sus usuarios no hinchando más la pelota, creedme.
En resumen, muchas de las aplicaciones web y scopes disponibles para Ubuntu en estos momentos son capas de cebolla que aportan poco, pero que siempre estén chupando batería y datos, he aquí el principal inconveniente de este invento. ¿Mi recomendación? Usa las scopes imprescindibles y dale caña al navegador web, que tampoco está a la altura de los grandes nombres del sector, pero es posiblemente la mejor aplicación de Ubuntu en smartphones.
No obstante, no me puedo callar una crítica que ya le hice a las webapps de Ubuntu en el escritorio, y es que son como elementos individuales que van a su bola. Y de nuevo siguen sin admitir copia del portapapeles, lo que me obligó a cambiar mi tremendamente intrincada contraseña de Google por una que pudiera teclear. Inadmisible.
Configuración
El área de configuración está bien resuelta y con que os enseñe unas capturas sobra para hacerse una idea. Sin embargo, hay una función que se echa en falta y mucho en los tiempos que corren, aunque mirando a la competencia, se entiende que Ubuntu no haya implementado todavía: cifrado de disco completo. Sin reproches en este sentido.
Para completar, más capturas, de los datos de sistema y dispositivo.
Experiencia de uso y conclusiones
Seguramente, tras tanta crítica y punto oscuro, cualquiera esperaría que todo resultase en negativo. Por increíble que parezca, no es así. La experiencia de uso es, por lo general, bastante agradable, fluida y sin agujeros notorios en exceso. ¿Cómo hacer comprender esto? A ver así: ¿alguien se acuerda de Android Froyo o Gingerbread? Si obvias la carencia de aplicaciones, Ubuntu les daría un buen repaso. Claro que si repitiésemos la comparación con KitKat o Lollipop, la balanza se invertiría de manera exponencial.
Por supuesto, Ubuntu ahora mismo no es para cualquiera, ya lo advirtieron desde BQ: para early adopters. Hay que darle margen de mejora antes de presentarlo al gran público.
Y hasta aquí llego. Me sigo quedando con mucho por contar, pero como estamos en los albores de Ubuntu en la movilidad, habrá tiempo. Para que os sigamos contando cosas y para que Canonical afine su sistema, que tiene flaquezas y aristas por pulir, pero que, a pesar de todo, sí puede resultar en una alternativa válida a las plataformas dominantes. Ubuntu tiene su baza en el GNU/Linux de PC, que nadie lo dude, además de una comunidad vibrante que siempre está dispuesta a apoyar la causa.
Por último, un comentario personal…, o más personal, si cabe: disculpas -porque no es mi intención amargar a mis queridos ubunteros, entre los que me incluyo hasta cierto punto- a quien entendiese que MuyLinux iba sí o sí a otorgarle los laureles a Ubuntu a la primera, solo por ser Ubuntu. Eso nunca ha pasado y nunca va a pasar. Estamos y apoyamos a Ubuntu en su carrera de forma incondicional mientras no se salgan del carril que marca GNU/Linux, pero con una condición tan elemental como difícil de cumplir por nuestra parte: objetividad dentro de lo posible, tratándose de análisis personales (queda a cargo del lector interpretar qué son carencias realmente objetivas y qué son caprichos propios de quien escribe). Por lo tanto, cuando decimos -o digo- que Ubuntu u otras distribuciones Linux son un reemplazo óptimo a Windows en PC en muchas circunstancias, lo decimos con sinceridad. La misma sinceridad con la que concluyo ahora diciendo: Ubuntu para smartphones está verde, pero madurará.
Muchas gracias a BQ por cedernos el Aquaris E4.5 Ubuntu Edition y adelante con Ubuntu, porque si el primer intento se salda con un bien, el siguiente sin duda elevará la nota.
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*Según nos indican en los comentario, sí hay un cliente de correo electrónico disponible para Ubuntu: Dekko, todavía en fase beta.
