Tras más un lustro de caída la compañía francesa tira la toalla definitivamente este 2015. Hoy le decimos adiós a Mandriva.
Como se sabrá, Mandriva no nace, sino que se rehace a partir de la fusión de los proyectos Mandrake, todo un referente de GNU/Linux, y la brasileña Conectiva. Una historia de tiempos muy pasados mejor detallada en este artículo. Así surgió Mandriva y la distrubución homónima, en su momento una de las grandes, más accesibles y con una comunidad muy potente.
Pero mientras que la comunidad lo ponía todo de su parte, en Mandriva empresa se llevaban las cosas cada vez peor y al final pasó lo que tenía que pasar: fork al canto y apoyos mayoritarios para Mageia, que sigue en marcha como proyecto comunitario. Mandriva se arrimó entonces a los rusos ROSA y consiguieron entre todos sacar una versión con bastante nivel, Mandriva 2011.
Pero ni por esas: Mandriva entró en crisis, anunció bancarrota, se salvó en el último minuto, intentó una «refundación por y para la comunidad» que pocos se creyeron y aun así surgió OpenMandriva, otro proyecto comunitario que continúa en pie.
Por lo tanto, Mandriva empresa cierra, pero su legado seguirá vivo en Mageia, OpenMandriva y otras, y es que como dice Gaël Duval, antaño fundador de Mandrake, FOSS is FOSS! Que dicho de otra manera vendría a ser: las empresas cierran, el software libre permanece (lo saben bien en el Vaticano).