Red Hat lo ha vuelto a hacer: si en 2012 se convertía en la primera empresa Open Source en contar sus ingresos en más de 1.000 millones de dólares, en 2016 eleva a una nueva potencia la hazaña, duplicando ingresos hasta los más de 2.000 millones de dólares.
Pero no hay sorpresa aquí, y es que la propia compañía lo adelantó hace unos meses, cuando hizo públicas sus previsiones para el fin del ejercicio. Como se sabrá la estadounidense lleva años demostrando que se puede hacer mucho dinero con Linux y el software Open Source, y como muestra un botón: han pasado 53 trimestres consecutivos sin que sus beneficios dejen de aumentar.
Red Hat publicó sus últimos resultados fiscales hace un par de días, por lo que quien desee indagar más en las cifras, los tiene a su disposición en este enlace. Para un masticado previo de los datos, en ZDNet cubren la noticia. Lo interesante del caso, sin embargo, es el ejemplo de la compañía del sombrero rojo, pues no es la más grande que se sirve y contribuye con el Open Source, pero sí la más grande que basa sus negocios casi por completo en el modelo de desarrollo abierto.
Red Hat lleva más de 20 años de actividad y está valorada como una de las compañías más innovadoras del mundo y en su segmento base, que no principal, el desarrollo de soluciones de software, sigue a la cabeza de la lista elaborada por Forbes.