Ayer la Casa Blanca publicó la Política Federal de Código Fuente, un conjunto de normas que pretende mejorar la eficiencia de las agencias del gobierno a la hora de tratar con código hecho a medida.
El requerimiento principal es que cualquier código nuevo hecho a medida desarrollado “por o para el Gobierno Federal” tiene que estar disponible para ser compartido y reutilizado por todas las agencias federales. Por ejemplo, esto significa que la TSA (Administración de Seguridad de Trasporte) puede tener acceso al código hecho a medida encargado por el FBI.
La intención de esta medida es la de ahorrar dinero al contribuyente evitando así que ciertas modificaciones de software tengan que ser reescritas una y otra vez para cada una de las agencias, ya que estas pueden recurrir a las implementaciones realizadas para otras. Sin embargo, el asunto se tuerce cuando se trata publicar el código, ya que muchas agencias trabajan con información que no puede ser mostrada al público. Por este motivo se pedirá a las agencias federales que liberen como Open Source al menos el 20% del código hecho a medida. De momento esto no es más que una prueba piloto, pero el gobierno estadounidense tiene la esperanza de poder ahorrar costes con esta política.
La nueva política de la Casa Blanca en torno al código fuente está disponible para cualquiera que quiera consultarla con todos los aspectos técnicos descritos. Puede haber agencias que consideren un riesgo el compartir cualquier código, aunque por otro lado los seguidores de GNU/Linux sabemos que la NSA ha colaborado en el desarrollo de SELinux.
Fuente | TechCrunch