Cuando se habla de la cuota de mercado de Windows en PC, cuando se hace lo propio con Android en el sector móvil e incluso cuando se habla de Linux en servidores… Nada se acerca al absolutismo que el sistema operativo Open Source más popular del mundo despliega en el área de las supercomputadoras. Este noviembre de 2016 ya se come un 99,6% del pastel.
Los responsables de los monstruos tecnológicos con mayor capacidad de procesamiento del planeta eligen Linux de manera abrumadora. Así lo demuestra la más reciente actualización de la lista TOP500 que recoge las 500 supercomputadoras más rápidas del mundo y en la que el pingüino ha ido ascendiendo a pasos de gigante desde que se estrenara en la misma a finales de los noventa.
De un año a esta parte Linux ha subido en el TOP500 apenas ocho décimas, que aun así son un logro importante a tenor del panorama. A este ritmo, la actualización prevista para el próximo verano traerá el porcentaje más redondo posible, lo nunca visto. Las cuatro décimas restantes van a parar por ahora a dos variantes de UNIX.
La novedad más interesante de este 2016 en el TOP500, sin embargo, es que el número uno durante los últimos seis años ha cedido el paso a las nuevas generaciones, si bien el etéreo galardón no sale de China: de los 3,12 millones de núcleos de computación de Tianhe-2 a los 10,65 millones -para más inri, de diseño propio- de Sunway TaihuLight (en la imagen de cabecera). En cuanto a sistemas operativos, Tianhe-2 utiliza una versión modificada de Ubuntu y Sunway TaihuLight algo llamado Sunway Raise OS.
Una pena que no se repartan un poco mejor las cifras, ¿verdad?