Se hacen eco nuestros compañeros de MC del lanzamiento de la nueva versión de LinuxFx, una distro que lleva más allá de lo nunca visto la adaptación del escritorio Linux con el objetivo de replicar la apariencia y funcionalidad de Windows 10 y… el espanto que me provocó, voy a compartirlo aquí con todos vosotros.
Había leído sobre este lanzamiento por encima y ni siquiera se me pasó por la cabeza publicar algo al respecto por el rechazo que me producen este tipo de iniciativas. Y es que no estamos ante un Zorin OS diseñado para facilitar la transición de los usuarios de Windows hacia Linux, porque cuando instalas Zorin OS te das cuenta de que sí, tiene sus semejanzas con lo que es Windows, como las tiene un escritorio Plasma o Cinnamon, pero hasta ahí.
Zorin OS, como ocurre con elementary OS o Deepin en relación a macOS, no pueden ocultar de dónde les viene la inspiración, pero su propuesta no se basa en replicar al sistema privativo y, mucho menos, en intentar engañar al personal. Que es lo que hace LinuxFx de la manera más burda posible.
Leyendo la noticia de MC mi asombro iba en aumento: LinuxFx no solo adopta una disposición de escritorio y temas visuales con los que hacerse pasar por Windows 10 desde el mismo inicio del sistema; y tampoco se reduce a preinstalar Wine para dar la sensación de que el sistema soporta la instalación de aplicaciones de Windows, sino que utiliza el logo de Windows e incluso cambia los iconos de aplicaciones como la suite de LibreOffice.
Y ya para rematar, lo que en la página oficial del proyecto aparece como Linuxfx 10 WX Desktop, en la página de descargas en SourceForge figura como Windowsfx 10 build 2004 (Linuxfx 10 WX), lo cual puede llevar a la confusión del usuario y hasta -esto no lo tengo claro, pero por poder…- suponer un conflicto de uso indebido de marca. Pero obviemos este último problema potencial.
¿Por qué LinuxFx no va a atraer a nuevos usuarios?
Primero, porque la mentira tiene las patas muy cortas, que se suele decir. El espejismo de estar usando Windows se va a desvanecer conforme se instale la primera aplicación o juego que no funcione, y creerse que con Wine se reemplaza Windows, es tener poca idea de los límites de un desarrollo que es genial, pero que funciona a base de ingeniería inversa y, a la fuerza, presenta numerosos problemas de compatibilidad. Wine es una solución para casos específicos, no de aplicación general.
Segundo, porque el inconveniente para que Linux reemplace a Windows en según qué entornos no es que el escritorio se vea diferente. Los principales escritorios de Linux, con sus peros, compiten perfectamente con Windows, que tampoco anda corto de inconsistencias de diseño. Cualquier usuario de Windows se adaptará fácilmente a Cinnamon, Plasma e incluso GNOME. Las interfaces de usuario de Linux no son el problema.
El problema, como hemos comentado en innumerables ocasiones, es la falta de determinadas aplicaciones profesionales, algunas de las cuales funcionarán con Wine, pero nunca con el nivel de calidad que se consigue al instalarlas en Windows; la falta de soporte de juegos que ofrece Windows y con el que también se ha avanzado mucho, pero no lo suficiente como para que no se note (!); y otros hándicaps derivados del soporte de determinado hardware y periféricos.
Vaya por delante que esto no es un ataque hacia LinuxFx, sino una opinión de lo que su propuesta me provoca. Lo señalo porque según he podido investigar, se trata de un proyecto que lleva varios años en desarrollo, de origen brasileños y enfocado en las necesidades que tienen por allí para cubrir puestos en administraciones públicas y sector privado. Y seguramente por eso nunca habíamos hablado por aquí de él.
Sin embargo, la propuesta es la que es y a lo único que me incita es a decir gracias, pero no. Si quiero usar Windows, me instalo Windows. Los experimentos con gaseosa y las chapuzas caseras motu proprio. De hecho, no tengo inconveniente con que se creen temas para simular a Windows o Mac y que el usuario se los instale si le da la gana. Incluso puedo publicar algo de vez en cuando.
Hacer pasar una cosa por lo que no es… ¡NO!
Dicho lo cual, no os quedéis con las ganas de ver a LinuxFx en acción…