freedesktop.org ha anunciado la publicación de systemd 247, la última versión del init o framework del sistema (como se quiera ver) que pretende ser todo un estándar para GNU/Linux y que es el utilizado por la mayoría de las grandes distribuciones, entre ellas Ubuntu, Fedora, Debian y openSUSE.
Lo primero que se puede destacar de systemd 247 es la presencia del servicio systemd-oomd, que hace referencia a out-of-memory daemon. Se encarga de monitorizar la contención de los recursos y es capaz de matar los procesos cuando la presión sobre la memoria RAM o la Swap supera los límites definidos. El desarrollo de esta característica, que todavía está en fase experimental, fue iniciado por Facebook.
En segundo lugar tenemos a un conocido por estos lares, systemd-homed, la característica que pretende “facilitar” la administración segura de los directorios personales de los usuarios. Para ello realiza una simplificación y una agilización de la migración completa del usuario, con el añadido de estar diseñada con los estándares de cifrado LUKS y fscrypt en mente. En systemd 247 nos encontramos con que systemd-homed utiliza por defecto Btrfs cuando está disponible para crear directorios de usuario en volúmenes LUKS. Por otro lado, y continuando con la misma característica, los registros de usuario JSON añaden soporte para “claves de recuperación” como un medio de contraseñas secundarias para desbloquear cuentas de usuario y directorios personales.
Todo apunta a que Btrfs será el sistema de ficheros que sucederá a EXT4 debido a las muchas características avanzadas que incorpora, pero debido a su inmadurez en el pasado y al tradicionalismo de muchas distribuciones y usuarios no se ha asentado todavía. El salto a Btrfs es muy importante para dotar al escritorio Linux de características de recuperación parecidas a las que ofrecen la Restauración del sistema de Windows y Time Machine de macOS.
Systemd-nspawn soporta ahora la lógica de las credenciales como un medio para pasar datos privilegiados a los servicios del sistema de manera segura, abarcando contraseñas, claves criptográficas y el manejo de otros datos privados por cada servicio, todo esto sin que se puedan descartar otros datos como el nombre del usuario y los certificados.
La herramienta systemd-dissect, que se encarga de inspeccionar las imágenes de disco presentes en el sistema operativo, ha sido movida a ‘/usr/bin’ para ser promovida como una herramienta oficialmente soportada con una interfaz estable, mientras que el particionador systemd-repart puede volcar opcionalmente su salida en formato JSON y el establecimiento de la variable del entorno SYSTEMD_RDRAND a cero (SYSTEMD_RDRAND=0) inhabilitará el uso de instrucciones RdRand incluso en procesadores compatibles.
systemd está llamado a ser para algunos el futuro de GNU/Linux, sin embargo, para otros ha resultado ser toda una desgracia. Por un lado es el init incluido por defecto en la mayoría de distribuciones populares, además de que tecnologías como GNOME, KDE Plasma y Flatpak han decidido mejorar su integración con systemd. Por otro lado nos encontramos con un creciente número de distribuciones que no lo han adoptado o lo han rechazado, entre ellas MX Linux, Devuan y Nitrux.
Los que quieran usar systemd 247 de manera fácil deberían de recurrir a alguna rolling como Arch Linux, ya que la vía alternativa consiste en compilar el código fuente. Sin embargo, al igual que PulseAudio, la actualización de este componente no suele ser crítica para la inmensa mayoría de los usuarios, que suelen conformarse con lo incluido por defecto en el sistema que utilizan.