Acabo de instalar KDE 4.0.3 en mi Ubuntu 7.10 Gutsy Gibbon – no durará mucho, ya que Hardy Heron está al caer – y me alegro de comprobar que esta última versión es, como prometían muy distinta a lo que vi en la primera edición de la serie KDE 4. La estabilidad de este entorno de escritorio es ahora genial, y uno puede usarlo para trabajar con su máquina sin problemas.
La instalación es muy sencilla, y de hecho tan sólo hay que añadir un repositorio a nuestras fuentes, en concreto este (editar /etc/apt/sources.list y añadir esta línea)
deb http://ppa.launchpad.net/kubuntu-members-kde4/ubuntu gutsy main
Y luego ya solo queda eliminar el KDE 4 que tuviésemos:
sudo apt-get remove kdelibs5 kde4base-data kde4libs-data
Para luego instalar el nuevo:
sudo aptitude install kde4-core
Lo que hace que se descarguen todos los paquetes necesarios – unos 100 Mbytes, si no recuerdo mal – que comenzarán a instalarse inmediatamente. Se os pedirá confirmación del gestor de login que queréis utilizar (yo he seguido con gdm, pero podéis optar por el kdm de kde4), y unos instantes después ya estará todo preparado: cerráis la sesión, e iniciáis una nueva pero seleccionando como entorno de escritorio KDE 4 en lugar de GNOME en el «Tipo de sesión» que ofrece el gestor gdm.
No me ha dado tiempo a analizarlo a fondo, pero está claro que tanto Konkeror – navegador web – como Dolphin – explorador de archivos – ahora funcionan súper bien. Nunca me ha convencido demasiado Konkeror, así que acabo utilizando Firefox, pero Dolphin es un excelente explorador de archivos con algunas características impresionantes, como los tipos de visualización de los contenidos del disco duro. Podremos verlos en columnas, según los detalles de cada carpeta o archivo, e incluso dividir Dolphin en dos paneles al estilo del Midnight Commander, una idea sencillamente genial
Sigue sin convencerme el propio aspecto visual de la barra de tareas y del propio lanzador de aplicaciones, pero hay que reconocer que hay cosas chulas, como las barras que aparecen al lado de los discos duros y que muestran lo llenos que están.
Y como este, muchos otros detallitos. Pero lo cierto es que tras un par de horas funcionando con KDE 4.0.3, ya solo comprobar que no ha aparecido ni un error de los que aparecían en la primera versión me ha dado bastante subidoncillo.
Habrá que darle una oportunidad… ¡aunque sigo fiel a mi querido GNOME!